jueves, 25 de febrero de 2010

Temas y sucesos

Comiendo sapos.
¿Qué se sentirá comer sapos?
Tengo entendido que hay restaurantes que en su menú ofrecen ancas de rana a sus comensales, pero nunca, sapos.
Cuando niño, atrapaba ranas con anzuelos en un represo que había en mi pueblo, aquel de madera que mi amigo de la infancia, el director de cine, Juan Antonio de la Riva hiciera famoso en Vidas Errantes y Pueblo de Madera.
Los sapos son animales misteriosos.
Suelen enterrarse bajo tierra cuando pasó la temporada de lluvias y al llegar esta de nuevo, salen otra vez a la superficie.
Han sido motivo de leyendas y de historietas.
El sapito aquel que se transformó en príncipe luego de que lo besó la princesa, es ya parte del historial de literatura popular y de la industria del celuloide.
Aquí en México se estrenó hace unas semanas la cinta Cansada de besar sapos.
¿Por qué el tema?
Porque en lo más álgido de la crisis política que enfrentó hace unos días el secretario de Gobernación, de apellido de alcurnia, Fernando Gómez-Mont, dijo en una entrevista, cuando habló del asunto de su renuncia al PAN y sus aspiraciones presidenciales, lo siguiente:
“…Tu dirás si soy como todos o lo estoy inventando ahorita. Si tuviera la aspiración, igual como algunos aconsejan hubiera tragado sapos para preservar ese espacio”.
No recuerdo cuando fue pero, sí han pasado ya algunos ayeres, que escuché por primera vez esa frase de que la política es el arte de comer sapos y culebras.
Eso responde a la expresión del señor secretario de Gobernación.
También escuché hace muchos años, la expresión de que la política “es el arte de comer mier…sin hacer gestos”.
Pero a lo largo de estos casi 40 años de andar bregando en el periodismo político, he visto a muchos personajes que no pudieron hacerlo.
Ni tragar sapos ni comer de la que no se come.
En política, y no creo que únicamente suceda en México, lo primero que se pierde es la dignidad.
Y los que no están dispuestos a perderla, tampoco podrán comer sapos y culebras o mier…
A la mejor por ello no entré de lleno a la política.
Muy relacionado con los políticos sí, he incluso he desempeñado cargos oficiales pero más relacionados con mi oficio y muy pocas veces me ha hecho cosquillas el gusanito de buscar un cargo de elección popular.
Eso se los dejo a los que les apasiona la política.
Nosotros, desde nuestras tribunas seremos sus críticos, señalando sus errores.
Pero también reconociendo sus aciertos.
De hecho se dice que los periodistas somos la piel de los políticos.
Pero en mi caso, insisto, me apasionó más este oficio que el de ser un político profesional.
Y durante todos estos años ejerciendo este oficio de perros, he visto a muchos políticos comer sapos y culebras o comer mie.…
Algo que no le apetece al señor Gómez-Mont.
Ni a mí tampoco.
¿Y a usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx