Leo con enorme sorpresa y con algo de rabia, que en tres de los planteles del Colegio de Bachilleres en Querétaro durante dos años estuvieron guardados tres microscopios porque el personal docente ¡no conoce su funcionamiento y aplicación!
Parece ficción, pero es una triste realidad.
Sucesos como este, suelen ocurrir en México con harta frecuencia.
Eso me hizo recordar que en 1976 al realizar un reportaje sobre el ejido Alfredo V. Bonfil, ubicado al norte de La Paz, los ejidatarios declararon que el FIFONAFE, una especie de dependencia que apoyaba con créditos a los productores del campo, les había llevado pangas, motores y equipos para pesca, ya que ese ejido tiene litorales, pero que allí los habían dejado y no les dieron capacitación para utilizarlos.
Algunos vendieron las pangas y los motores, otros las medio utilizaron como Dios les dio a entender y algunos de plan los guardaron como piezas de museo.
Si se hiciera una investigación con respecto a casos como estos en todo el país, se necesitarán ríos de tinta y miles de páginas de periódicos para darlos a conocer.
Por aquellas fechas, también se aplicó por parte del gobierno federal, un programa para que los ejidatarios aprovecharan sus litorales en la entidad y se les dotó de trailer park una especie de refugios para turistas que vinieran del vecino país del norte, de Canadá o del resto del territorio nacional.
También se les dieron concesiones de estaciones de servicio Pemex y ahora son realmente contados los que todavía las siguen explotando, aunque algunos con muchos problemas como en el caso de la Unión de Ejidos 20 de Noviembre del Valle de Santo Domingo.
Allí mismo, no sé a quién se le ocurrió la brillante idea de que el Banco de Crédito Rural (Banrural) otorgara financiamientos para importar maquinaria agrícola ¡de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la URSS.
Por allí están los esqueletos de las máquinas que, prácticamente nunca operaron y que son como un monumento al importamadrismo que nos es muy característico a autoridades y ciudadanos de este país.
Han sido miles y miles de millones de pesos tirados a la basura.
Vergüenza debía de darnos.
Eso por un lado, por el otro está el coyotaje, el jineteo y el robo en despoblado que se comete con los programas que se supone son para apoyar a las personas de más escasos recursos económicos que se ven afectados por diferentes motivos, como los fenómenos naturales, por ejemplo.
Recién se acaba de publicar que en el Fondo para Desastres Naturales, el Fonden del gobierno federal se detectó un enorme fraude con los recursos monetarios y en especie que maneja esa dependencia.
Se habla de un mal uso de más de 25 mil millones que se utilizaron para apoyar a entidades que sufrieron desbordes de ríos, deslaves e inundaciones en los últimos años en la zona sur del país.
No es posible que se haga negocio con la necesidad de la gente.
Por cierto dicen que el ex presidente Vicente Fox Quesada le dijo al entonces gobernador de Baja California Sur, Leonel Efraín Cota Montaño en una reunión en la que se habló de los daños causados por uno de los huracanes que han pasado por BCS.
“Ya te vi pinche güerito, echándole pipadas a los arroyos para pedir apoyos del Fonden”.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
