¡Viva el importamadrismo!
¿Qué no debería ser: ¡Vivan el Bicentenario y el Centenario!?
Desde luego que sí porque este año se cumplen 200 y 100 años de nuestra Independencia y nuestra Revolución, respectivamente.
Pero eso del importamadrismo es porque a los mexicanos y las mexicanas, como dijera Fox, nos vale una pura y dos con sal.
Casi 50 millones de usuarios de teléfonos celulares de las diferentes empresas que prestan el servicio en nuestro país no han registrado sus aparatos pese a que ya estamos a escasos días de que se venza el plazo, el 10 de abril.
¿Para qué?, dicen los que eluden esta obligación legal.
Y, como ha sucedido con la famosa vacuna A H1N1, uno y mil argumentos en contra se esgrimen para evadir el registro de celulares.
El importamadrismo en toda su expresión.
Claro que por allí anda circulando un correo en el que se narra cómo se puede obtener un registro con el nombre de otra persona, incluso un muerto como Luis Donaldo Colosio.
Nuestros diputados federales se van de vacaciones de Semana Mayor y les valió madres el trabajo legislativo.
Hace unos meses armaron una polémica porque querían que hubiera dos puentes con los del 5 de febrero.
Que hay miles de iniciativas de ley y otros asuntos que atender en el Congreso de la Unión, que de unido no tiene nada porque los diputados están en un recinto y los senadores en otro, las hay pero a nuestros legisladores les importa madres y prefieren ir a dorarse la piel a las playas mexicanas en estos días de guardar.
Al fin y al cabo que ellos de todas maneras cobran sus dietas y demás prestaciones sin despeinarse.
Y se pueden dar el lujo, como lo hizo el ex gobernador de Jalisco y ex secretario de Gobernación, Francisco Javier Ramírez Acuña, de comprarse una suburban ¡nuevecita de paquete! Cuyo costo es cercano al millón de pesos.
Ahora sí que a este legislador le queda bien aquello de ¡Ay, Jalisco no te rajes!
Otra muestra del importamadrismo la vemos en la información que se generó hace unos días y que habla de que por el pleito político que sostuvieron durante su mandato, el ex presidente Vicente Fox y el es jefe de gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, las obras necesarias para evitar problemas con las lluvias en la capital de la república, quedaron rezagadas.
¿Por qué nuestros políticos llevan a esos extremos sus fobias personales?
Si fueron adversarios dos que buscan una gubernatura y uno logra el objetivo primero que el otro, el que le sigue no continúa con las obras realizadas por su antecesor y así se pierde la continuidad con sus consecuencias y sus efectos nocivos para la sociedad a la que gobiernan.
Deberían tomarse medidas contra todos aquellos que hacen del importamadrismo su divisa.
El problema es ¿quién lo va a hacer?
Un estudio reciente arrojó que en México un alto porcentaje, cercano al 70 por ciento de nuestros jueces cometen actos de corrupción.
Que las mordidas y los favores políticos se imponen a la legalidad.
Y se supone que ellos son los que imparten justicia.
Pero como bien lo dijo el pensador universal: ¿Quién nos guardará de los guardianes?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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