“Nosotros los pobres, ustedes los ricos”.
Como el título de aquella famosa película que protagonizó el inmortal Pedro Infante, fue la respuesta que dicen le da un inmigrante a un connacional cuando lo interroga sobre cómo le hacen para pasarla tan bien allá en el vecino país del norte.
Por la cantidad de impuestos, derechos y obligaciones fiscales que tenemos los mexicanos, el inmigrante considera que nosotros somos gente rica.
Que ellos son los pobres.
Si aquí nos damos el lujo de pagar por la tenencia de un vehículo, por ejemplo, eso significa que somos ricos, porque ellos allá no la pagan.
En realidad el pago de tenencia por uso o propiedad de vehículos, se creo supuestamente de manera temporal.
Fue con la intención de compensar la pérdida de ingresos para el gobierno por otras vías.
Pero como los mexicanos jamás protestamos por dicho impuesto, se quedó.
Como al famoso Pinzas y al Gorila aquellos de la canción del Piporro: Se les quedó, se les quedó.
Dice que allá en los Estados Unidos, el gobierno de aquel país no les cobra el Impuesto Sobre la Renta si sus ingresos son superiores a 3 mil dólares mensuales, unos 35 mil pesos.
Aquí la mayoría de los que trabajamos nos descuentan un 32 por ciento del ISR.
Pagamos una gran cantidad de impuestos.
La conclusión lógica del inmigrante es que si pagamos tanto impuesto es porque somos gente rica.
Y no precisamente que nos hagamos ricos comprando plátanos en el mercado.
El tema de los impuestos siempre genera incomodidad y controversia.
Ya he subrayado en otras colaboraciones sobre el tema, que en los tiempos de don Porfirio Díaz, se decretó un impuesto por cada puerta que había en los hogares mexicanos, pero la gente para no pagarlo se brincaba por las ventanas, es decir, no utilizaban las puertas como tales.
Sin embargo, muchos de los paisanos que viven allá, no la pasan tan bien.
La más reciente amenaza es esa ley SB 1070 que aprobó la gobernadora de Arizona, Jane Brewer que tiene apellido de borracha.
A la mejor andaba en estado etílico cuando firmó dicha ley.
La SB 1070 sin duda alguna que despertó el avispero.
Con las facultades que le da a la policía del estado de Arizona, todos los que tengamos un poquito oscura la piel, seremos sospechosos de ser ilegales.
No entienden los norteamericanos que gracias a la mano de obra de los mexicanos y demás latinos que se van a ese país a trabajar, Estados Unidos de América se ha convertido en la potencia que es.
Eso no parece importarles.
El odio racial se impone.
Desde luego que estamos conscientes de que por ser un periodo electoral, la señora gobernadora tomó esa decisión tan controvertida.
Yo creo que todos los mexicanos, los que viven allá y los que vivimos acá, debemos unir nuestro rechazo a esa ley anti inmigrantes antes de que otros gobernadores republicanos la imiten.
Hagámoslo unidos.
Porque como bien dijo Barack Obama: ¡Sí se puede!
La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx.
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