Dice una información que para la década del 2030 ya no habrá qué pescar en los siete mares.
Esto es preocupante.
Una fuente importante de alimentos para los más de 7 mil millones de personas que ya somos en el mundo actualmente, proviene del mar.
Y si esa fuente de alimentos se agota, pues imaginémonos lo que puede pasar.
¿Qué hace falta?
Lo de siempre: voluntad política.
De todos los gobiernos que de una manera u otra están involucrados con el tema.
Durante muchos años, los seres humanos nos hemos dedicado a depredar nuestros mares sin importarnos la repoblación de especies para la autosuficiencia.
Esa es una.
Otra es que no tenemos cuidado de no contaminar nuestros ríos, lagunas y nuestros mares.
Estudios recientes, indican que en el Lago de Chapala allá en el estado de Jalisco, las especies marinas que se capturan para consumo humano tienen altos niveles de mercurio que es un metal muy pesado que daña la salud de quien lo consumo por vía indirecta.
Inexorablemente nos estamos acabando las especies pesqueras que nos dan sustento.
Aquello de los famosos cinco panes y dos peces con los que Jesús alimentó a la muchedumbre que lo siguió a un mitin de aquella época, ¿no será más bien un mensaje cifrado que nos estaría diciendo que en la multiplicación del trigo y de los peces estaba la solución al hambre de todos los seres humanos?
Puede ser.
Pero parece que no hemos entendido todavía esta especie de parábola.
La sobreexplotación pesquera está cancelando la posibilidades de subsistencia de las futuras generaciones.
Insisto, falta voluntad política.
Es necesario que todos los líderes de los países del mundo, sobre todo los más poderosos se sienten a la mesa a discutir el problema y determinen qué hacer y que se haga, no que quede en buenas intenciones porque de esta está empedrado el infierno.
El mismo Jesús dijo aquello de “ayúdate que yo te ayudaré”.
Pongámoslo en práctica.
Todavía, creo estamos a tiempo.
No condenemos a nuestros descendientes a morir de hambruna.
No contaminemos nuestros ríos, lagunas y mares.
Hace unos días en El Sudcaliforniano publicamos una nota relacionada con las toneladas y toneladas de basura que dejó el paso de turistas-bañistas por las playas de La Paz durante los días de la Semana Santa.
No es posible que no hagamos conciencia de la necesidad de recoger nuestra basura.
¿Será tan difícil colocarla en una bolsa y llevarla a los depósitos que las autoridades instalan cercanos a las playas?
Nosotros lo hicimos el sábado que fuimos a convivir un rato por el rumbo de San Juan de la Costa.
Que el importamadrismo no le gane a las buenas intenciones.
Reflexionemos.
Como dijo el filósofo universal, somos criaturas del universo y tenemos derecho a existir.
¿O no?
La lectura es vida, lo demás...es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario