¡Le dieron gato por liebre!
Esta es una clásica expresión cuando a alguien le dan una cosa por otra.
Normalmente suele ocurrir con las ofertas de artículos diversos, principalmente los que se venden por catálogo y vía la televisión.
Aquí en La Paz hubo una empresa de esas que tuvo un auge tremendo hace ya algunos años y que, precisamente, por dar gato por liebre a los clientes, tuvo que cerrar sus operaciones no sin que antes se viniera una cascada de demandas ante la PROFECO.
Pero no nada más lo del gato por liebre sucede en la compra-venta de productos.
Está ocurriendo ahora en la política, cada vez con más frecuencia y debido a los avances de la tecnología.
¿No le ha tocado ver a un candidato o candidata en dípticos, trípticos, gallardetes, pendones, mantas bardas, etcétera y luego cuando los ve en persona, como que se siente engañado? Son los candidatos fotoshop.
Sí, porque con ese programa de computadora, a los candidatos y candidatas los pueden convertir en verdaderas bellezas, haciéndolos más atractivos para el electorado.
En algunos casos, la verdad, se les pasa la mano.
Por allí me he encontrado fotos de propaganda electoral, sobre todo de mujeres, que buscaron un cargo de elección popular y que recurrieron el truquito del fotoshop y la neta que hay mucha diferencia.
El domingo pasado observé una foto de Xóchitl Gálvez, aquella folclórica encargada de los asuntos indígenas en el sexenio de Vicente Fox.
Si bien la foto no era de esas que se utilizan para la propaganda sí me llamó la atención el físico de la señora Gálvez y, aunque no lo crea, dudé que fuera ella.
Hay una diferencia abismal entre la Xóchitl del sexenio foxista con la que ahora quiere ser candidata a gobernadora de su estado natal, Hidalgo.
Y no es que esté en desacuerdo con que se den una manita de gato, pero que eso ocurra después de haber alcanzado su objetivo, podría no parecer tan mal.
Pero no antes, por Dios
Las personas deben ser auténticas toda su vida.
La autenticidad engrandece a los seres humanos.
Ghandi o la Madre Teresa de Calcuta no necesitaron colocarse unas máscaras de Carnaval para convencernos de sus ideales.
Entonces no debe haber engaños.
Y es que, si como candidata o candidato a un puesto de elección popular ya andan con mentiras y engaños, eso quiere decir que, una vez en sus respectivos cargos, también nos van a engañar y a mentir.
Y de esos engañadores o engañadoras ya estamos hasta la madre
Yo creo que el electorado no se preocupa tanto por la condición físico-estética de las personas cuando ostentan una candidatura.
Más bien, la preocupación es que den buenos resultados y que cumplan sus promesas.
Ya ve usted lo que se dice, por ejemplo, de las mujeres rubias, que tienen una cara bonita pero un cerebro vacío.
Claro que debe haber sus excepciones y a la mejor puede ser una descalificación machista, pero yo no la inventé.
Finalmente, el maquillaje no es más que una forma de ocultar nuestros defectos.
Aunque los defectos del alma, no se pueden disimular.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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