jueves, 22 de abril de 2010

Temas y...El vaquero chido

¡Qué payasadas son esas!
Recordando esta frase de mi querida suegrita que falleció el pasado 14 de marzo y leyendo un artículo sobre la mezclilla en Estilos, de la sección Kiosko de El Universal, recordé la vez aquella en que de 32 monos que estábamos reunidos en una enorme sala del edificio del CEN del PRI allá en la ciudad de México, yo era el único que sobresalía de todos.
Sí, pero no crea usted que por mi inteligencia o mis conocimientos en materia de estrategias de campañas políticas, pues eran los tiempos de la campaña presidencial de Carlos Salinas y nos habían citado a todos los jefes de prensa de los comités estatales.
No, sobresalía, pero por mi vestimenta: Pantalón y chamarra de mezclilla.
¡Qué loco este vato, no!
En la ciudad de México, en una reunión nacional de 32 jefes de prensa de los comités estatales del partido, hasta entonces invencible y yo vestido como si fuera a una fiesta de rodeo allá en el vecino país del norte.
“Cierto, la mezclilla es la ropa que más se adapta a cualquier tipo de situación, excepto, quizás la de un acontecimiento muy formal”, dice la nota.
Y la reunión aquella de principios del 88, era precisamente, una reunión muy formal.
Pero yo no quise comprar un traje para la ocasión y además, curiosamente mi guardarropa lo integraban casi 30 pantalones de mezclilla y uno que otro de vestir.
La verdad ahora pienso que traía cambiados los cables, porque allá en Ciudad Constitución, 200 y pico de kilómetros al norte de La Paz(para los que leen estas líneas en otras partes del país) donde se puede usar con más frecuencia los jeans de mezclilla, utilizaba más la ropa de vestir y en La Paz que es más de ropa de vestir, la de mezclilla.
Recuerdo que el jefe de prensa del CDE del PRI de Aguascalientes, la tierra natal de Otto Granados, a la sazón coordinador de prensa de la campaña presidencial de Salinas y quien más tarde sería gobernador de aquella entidad, me dijo que me veía muy original.
¡Vaya! Yo diría más bien que ridículo pues los otros 31 lucían impecables trajes, aunque a algunos a leguas se les notaba que los habían comprado de oportunidad o el banquetazo como le decimos acá en BCS.
Y, seguramente que si mi querida suegrita me hubiera visto vestido así en aquella reunión formal, habría dicho “¡qué payasadas son esas!”, su frase favorita.
Pero la mezclilla es una tela icónica en la moda mundial.
Desde los 20`s que hizo su aparición en las pasarelas hasta la fecha los modelos fabricados a base de esta tela siguen llamando la atención.
Según lo que he leído al respecto, Levi Strauss, el creador del concepto del jean, era un vendedor de casas de lona que se fue a California durante la época de la fiebre del oro para venderles casas de campaña hechas a base de esa resistente tela, pero no tuvo suerte, pues a muy contados gambusinos les interesó comprarlas.
Abatido por el fracaso, Levi Strauss tuvo la ocurrencia entonces de hacer una especie de pantalones que eran muy resistentes y aguantaban todo.
El invento fue un hitazo y la demanda creció a grado tal que los pantalones de mezclilla se hicieron famosos en toda la unión americana y con el tiempo aquella humilde empresa se convirtió en todo un emporio.
Yo hasta la fecha, tengo mis jeans de mezclilla pero regularmente sólo los utilizo los fines de semana, para andar más casual.
Y también unos dos tacuches y un blazer para evitar, como decía mi suegrita querida, esas payasadas.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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