La semana pasada en Los Cabos la lideresa moral del magisterio nacional Elba Esther Gordillo culpó a la pobreza como una de las causales de la mala educación en México.
Yo también creo que esa sea una de las causas, pero pienso que los liderazgos corruptos como el que ella representa han contribuido no solo a la mala educación sino a empobrecer más a otros.
Me sorprende el cinismo de la Gordillo.
Dijo también que debía aplicarse todo el rigor de la ley contra los que maquinaron el fraude millonario en el FOVISSSTE que fue detectado por la Secretaría de la función Social.
Debió haberse mordido la lengua la maistra porque hace varios años también hubo otro fraude en el que se vio involucrada de manera indirecta y en el que, supuestamente participaron personajes que ella ha protegido políticamente.
Uno de ellos es el actual director general de la Lotería Nacional y quien fuera director del ISSSTE en el sexenio de Vicente Fox Quesada, el ex diputado federal Benjamín González Roaro.
La Gordillo vino a Los Cabos a participar en el foro nacional sobre la educación que promovió su organización sindical y allí habló de que la culpa de las deficiencias educativas en nuestro país no son sólo atribuibles a los profesores sino que es multifactorial y enumeró la pobreza y la mala alimentación de los alumnos.
Es cierto: son muchos los factores que inciden en el pobre nivel educativo que tenemos en México.
Para empezar no podemos exigir buenas cuentas a nuestros profesores cuando vemos que de los que hicieron el curso para conseguir una plaza para el próximo año lectivo reprobó casi el 75 por ciento.
Con educadores así, no se puede aspirar a tener una buena educación.
La educación, es la base de la riqueza.
Eso lo han demostrado varios países y no sólo aquellos llamado desarrollados sino muchos otros que apenas hace unos años se encontraban con índices menores que el nuestro en varios factores.
Basta ya de justificaciones.
Es momento de dejar a un lado todos esos factores que lastran nuestro desarrollo educativo y todos, profesores, alumnos, padres de familia, gobiernos, partidospolíticos, todos, todos, ponernos las pilas y de una vez por todas lograr que la educación en México sea motivo d orgullo y no de vergüenza.
Si se puede.
Mucha de la voluntad para hacerlo está en los propios profesores.
Deberían seguir el ejemplo de los viejos educadores.
La Tía Chayito logró que en mi pueblo, su escuela fuera la mejor y no era una profesora en toda la extensión de la palabra.
Por ello, aceptando los argumentos esgrimidos por la Gordillo, creo que a los nuevos profesores, como sucede con nuestros futbolistas de ahora les falta amor a la camiseta.
Si hay que pagarles más por su trabajo, pues que se busque la fórmula para lograrlo.
Pero no podemos permitir que la educación se vea como algo para salir del paso, sino como la herramienta fundamental que es para lograr el desarrollo pleno de los pueblos.
No busquemos culpables, porque al fin y al cabo todos lo somos.
Mejor unifiquemos fuerzas y hagamos de la educación nuestra llave mágica que nos saque del atraso, del subdesarrollo y del importamadrismo.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.m
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