Con una docena de legisladores que hubiera en el Congreso local, otro gallo nos cantaría a los habitantes de esta pujante tierra de conquistadores.
Salió en verso y sin esfuerzo.
En los próximos días el diputado Agustín Boyzo quien, a pesar de que sabe que sólo podría estar unas cuantas semanas ostentando el cargo de titular pues el es suplente del diputado Andrés Córdova por el IX distrito, va a llevar a tribuna un pronunciamiento.
¿Y que tiene de interesante un pronunciamiento si eso lo hacen seguido los diputados?
El caso es que Agustín, abordará un tema que sin duda alguna debe tocar las fibras más sensibles del ser humano: el de concretar una ley a favor de la discapacidad.
A pocos legisladores, hay que decirlo, les importa este problema social.
Les interesa más andar de huelepedos o buscando otro hueso que dedicarse a legislar a favor de las mayorías, o como en este caso, de las minorías, pero marginadas.
De una minoría que ha estado olvidada.
Allá en el Congreso de la Unión, nuestros legisladores federales de todos los partidos, pero principalmente del PRI, PAN y PRD no se pueden poner de acuerdo para aprobar una ley adecuada para las personas con discapacidad.
Es cierto que ya existe una Ley General para Personas con Discapacidad que fue promovida hace unos cinco años, pero que no sirve de nada porque no tiene Reglamento a pesar del tiempo que ha transcurrido.
¿Sabrá esto nuestro diputado Boyzo?
No me lo mencionó el día que estuvo en mi oficina para conocernos personalmente, pues a pesar de que radiqué algún tiempo en Ciudad Constitución, unos 200 kilómetros al norte de La Paz, no tenía el gusto de conocerlo físicamente.
Lo que si me dijo este legislador que quiere dejar huella de su breve paso por la XII Legislatura, es que hará un llamado a sus compañeros para que le den la importancia que tiene este asunto de establecer una legislación que proteja, de verdad, a las personas con alguna discapacidad.
Al diputado Agustín Boyzo le atrajo el tema porque conoció a un niño con discapacidad que se arrastraba para ir a una de las tortillerías que el legislador tiene allá en la cabecera municipal de Comondú.
Reconoce que al principio, el niño le dio miedo porque tenía una enorme protuberancia en la frente y sus facciones muy descompuestas. Pero poco a poco lo fue tratando a grado tal que ahora que ese niño ya es adolescente, fue apadrinado por Agustín.
“Logré vencer el miedo y entender que estas gentes son igual que nosotros y que no podemos ignorarlas porque además no sabemos si un día nosotros o algún familiar pueda convertirse en una persona con discapacidad”, me dijo.
En este espacio he abordado en algunas ocasiones temas relacionados con la discapacidad.
Incluso, una de mis columnas fue seleccionada por la página web del Consejo Nacional para Prevención de la Discriminación que impulsó el siempre bien recordado Gilberto Rincón Gallardo.
Yo también creo que nuestros legisladores, tanto federales como locales tienen una deuda con las personas con alguna discapacidad.
Lo hecho hasta ahora, no es suficiente y se requiere mucho más, porque, según las estadísticas el 10 por ciento de la población mexicana padece de alguna discapacidad.
Por lo pronto, el diputado Agustín Boyzo, aportará su granito de arena para que los que aquí en la entidad sean parte de esa estadística, puedan tener una mejor calidad de vida.
Tiene todo mi respaldo, aunque yo no sea legislador.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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