¡Caray, que envidia y a la vez qué coraje!
¿Por qué?
Porque el fin de semana leí una información que dice que China es ya una superpotencia en materia de aprovechamiento de la energía solar y que en México apenas estamos sacándole provecho a esa energía inagotable y barata.
La envidia, de la buena, es porque nosotros no somos como los chinos o los japoneses, en eso de trabajar y buscar nuevas alternativas para hacer la vida más llevadera y con menos complicaciones tanto físicas como económicas.
El coraje, es porque desde hace más de 25 años que aquí se hicieron experimentos con la energía solar y no se aprovechó esa tecnología que vino procedente de Alemania.
En Las Barracas, una comunidad pesquera ubicada a unos 300 kilómetros al norte de La Paz, se instaló una planta desalinizadora a base de energía solar como parte del Plan Sontlan impulsado por del gobierno federal y la República Federal de Alemania.
El entonces presidente José López Portillo y Pacheco vino a inaugurarla con bombo y platillo y se dijo en el acto que era el primer paso para convertir a la energía solar en una verdadera aliada en todo el país para impulsar el desarrollo y el progreso de los pueblos.
Ya antes, se había instalado otra planta desalinizadora aquí en La Paz por los rumbos de la carretera escénica Alberto Alvarado que va a Pichilingue.
Ninguno de los dos proyectos funcionó.
Todo quedó en el olvido.
El presidente Miguel de la Madrid Hurtado que sucedió a López Portillo en el cargo no se interesó por esos proyectos y lo de la energía solar pasó al olvido.
Si se le hubiera dado seguimiento e impulso a ese programa, ahora seríamos una gran potencia que estaría exportando equipos de energía solar, al mundo.
Pero nanay. No hubo de piña.
Como muchos otros programas, el de la energía solar quedó en mera referencia.
Hoy, los chinos que apenas tienen unos años experimentando con la energía solar, se han convertido en una verdadera potencia.
Simplemente en materia de calentadores de agua a base de energía solar, China cuenta con 27 millones de ellos en toda su enorme geografía.
Allá hay 4 mil empresas que se dedican a fabricar esos dispositivos.
Donde no hay energía eléctrica los calentadores solares son una excelente alternativa.
Aquí apenas se están utilizando y se hacen intentos porque programas oficiales de impulso a la vivienda, como los que maneja el INFONAVIT se utilicen en las llamadas viviendas verdes.
Apenas entre 2008 y 2010 unos 70 mil calentadores se han instalado en igual número de viviendas en todo el país.
Una mísera cantidad comparada con los 27 millones que hay en china y alguien podrá decir que lo que pasa es que allá son más de mil 300 millones de habitantes y que por ello la cifra de calentadores solares también es millonaria.
Pero eso no tiene nada que ver. El gobierno chino vio en la energía solar una veta explotable a bajísimo costo y además no contaminadora del medio ambiente.
Se necesita que aquí el gobierno federal impulse más programas de aprovechamiento de la energía solar la que también puede operar todos los aparatos y dispositivos eléctricos que se utilizan en las viviendas.
Es cierto que ya la CFE está impulsando que en las casas o negocios comerciales particulares se pueda producir energía solar para autoconsumo e incluso se le vendan los remanentes, pero se requiere mucho más empuje. ¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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