Hoy se cumplen 38 años de aquella tragedia aérea ocurrida un 13 de octubre de 1972 en Los Andes cuando un avión que transportaba 5 tripulantes y 40 pasajeros entre ellos los integrantes de un equipo de Rugby uruguayo que participarían en un partido amistoso en Chile, se estrelló contra las heladas montañas de esa cordillera, escribiéndose así una desgarradora historia de sobrevivencia que duró 72 días y de la que sólo 16 deportistas lograron salvar la vida.
Aprovecho el tema porque según Carlos Miguel Carlitos Páez, uno de los sobrevivientes, en ese accidente, reconoció la importancia de ser humilde ante la tragedia, pues se vieron obligados a comerse, literalmente, a sus compañeros muertos, lo que provocó un escándalo mundial.
Pero hasta el Papa, entendió el por qué lo hicieron.
Dice Carlitos que no era nada fácil el comportarse con humildad para un joven de apenas 18 años como él, mimado, acostumbrado a la buena vida, a ser un chico malcriado, caprichoso, consentido, que no servía para nada y tenía niñera, la que le preparó la maleta para ese trágico viaje.
Pero la humildad logra derribar montañas.
Supera retos.
¿Será la humildad, esa llave mágica que logre que los mexicanos podamos acceder a estadios de mayor progreso y desarrollo?
Yo creo que eso, humildad es, precisamente, lo que les falta a muchos de nuestros gobernantes, porque más de uno suelen ser soberbios.
Y allí estaría la clave para alcanzar lo que no hemos alcanzado como país. Como conglomerado social.
Si nuestros gobernantes aceptan con humildad que se equivocan en la forma en que han gobernado hasta ahora, sería un buen comienzo para reencontrar el camino que nos lleve a dejar atrás todo aquello que lastra nuestros pasos hacia mejores horizontes.
Dice el reconocido periodista y escritor argentino Andrés Oppenheimer en su màs reciente libro, ¡Basta de historias! que en una entrevista con el magnate dueño de Microsoft, Bill Gates este le dijo que lo que más admiraba de los chinos y de su progreso en la educación era la humildad para aceptar que todavía tienen mucho para mejorar.
Aquí en México, si se cuestiona a las autoridades educativas federales o estatales, estas salen con el argumento de que los críticos quieren dañar la imagen de los titulares de la Secretaría de Educación Pública en esos dos niveles.
No se diga cuando se lanzan críticas a los dirigentes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación.
Astutamente, la controvertida profesora Elba Esther Gordillo se asume como víctima de intrigas palaciegas o de los adversarios que tiene en el propio sindicato argumentando que sólo buscan dañar su imagen y la de sus demás compañeros dirigentes sindicalistas.
A todos ellos les falta esa humildad de la que habla Bill Gates.
Esa humildad que llevó a Jesucristo a lavar, con sus manos, los pies a sus discípulos.
Esa humildad que llevó a un líder como Mathama Gandhi a lograr la independencia de su país, la India, del dominio del imperio británico.
Esa humildad que era toda una forma de vida en el caso de la madre Teresa de Calcuta y que dice Facundo Cabral que un día lo llevó a atender a los leprosos de aquella nación lejana para que aprovechara bien ese amor que ya no tendría para su esposa y su hijo que murieron en un accidente aéreo y que él entendió como una lección de humildad.
¿Costará mucho ser humilde?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario