El fin de año, viendo en la TV un documental sobre los Estados Unidos de América en su etapa como nación independiente, me preguntaba cómo es posible que teniendo prácticamente los mismos años que nuestro México, entre ambas naciones haya una brecha muy profunda de diferencias sociales, económicas, etcétera.
Respuestas debe haber muchas, al respecto.
El vecino país del norte alcanzó su independencia del Reino Unido en 1776 y México en 2010.
La diferencia de años es mínima, de apenas unos 14.
Pero la diferencia en las condiciones socioeconómicas de cada país son abismales.
La verdad, debo confesarlo, me da envidia de la buena el llamado American Way of Life.
Pero es obvio que así como tiene sus factores positivos, también tiene sus negativos más no podemos dejar de reconocer que pese a casi triplicar el número de habitantes que tiene México y que ya andamos bordeando los 110 millones, los gringos han logrado niveles de bienestar y de progreso que cientos de naciones no tienen o no los han consolidado todavía.
¿Por qué si México y Estados Unidos de América tienen casi los mismos años de que alcanzaron su independencia como naciones, nosotros estamos muy rezagados con respecto a ellos?, fue la interrogante que me plantee luego de ver los documentales referidos.
Una de las respuestas y que creo que es fundamental, me llegaría el pasado día 5 del mes que corre, cuando un diario de la capital del país dio a conocer una encuesta en la que la mayoría de los mexicanos le apostamos más a la fe que a la ciencia.
Si, tenemos desconfianza de los científicos.
Somos más dados a los mitos y leyendas, que están bien para el anecdotario pero que no deben continuar siendo un lastre que nos mantenga sumergidos en los pantanos de la ignorancia y la superstición.
Los avances de la ciencia, no pueden negarse.
Y ha sido en ello, fundamentalmente que los habitantes del vecino país del norte han establecido su fortaleza como nación del primer mundo, la más desarrollada y, a pesar de la reciente crisis económica que enfrenta, la de mayor peso financiero mundial.
Según esa encuesta, una tercera parte de la población mexicana cree más firmemente en las limpias, la homeopatía y la acupuntura que en la medicina tradicional.
Un número importante de compatriotas cree más en la suerte y en las personas que supuestamente poseen poderes psíquicos.
Baste con ver todos esos anuncios en la televisión abierta que ofrecen ese tipo de servicios.
No digo que todo sea malo, negativo, pero nos da una idea de lo primitivo que sigue siendo nuestra manera de pensar y ver las cosas.
Y esa manera de verlas así, es precisamente por nuestras deficiencias educativas.
Mientras no seamos una nación educada, el progreso y el bienestar colectivo seguirán siendo asignaturas pendientes para nuestros gobiernos sean del signo ideológico que sean. ¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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