“A veces llegan cartas con sabor amargo, con sabor a lágrimas.
A veces llegan cartas con olor a espinas que no son románticas.
Son cartas que te dicen que al estar tan lejos todo es diferente.
Son cartas que te hablan de que en la distancia el amor se muere.
A veces llegan cartas que te hieren dentro, dentro de tu alma.
A veces llegan cartas con sabor a gloria, llenas de esperanza.
A veces llegan cartas con olor a rosas que son fantásticas.
Son cartas que te dicen que regreses pronto, que desean verte.
Son cartas que te hablan de que en la distancia el cariño crece.
A veces llegan cartas que te dan la vida, que te dan la calma”.
Esta canción lleva el título de A veces llegan cartas y la hizo famosa el cantante español Julio Iglesias hace unos años.
Si usted es de la época en que todavía no había Internet y con ello el ahora famoso correo electrónico y las redes sociales, deberá recordar que las cartas que llegaban por el correo tradicional, eran esperadas con ansia y hasta palpitaciones, cuando el remitente era el ser amado o con mucha alegría si eran de algún familiar o amigo lejano.
Y si usted vivía en algún pueblito donde la agencia de correos era el medio por el cual se comunicaba con el mundo exterior, pues con mayor razón esas cartas eran tan esperadas.
Los carteros llegaron a ser una figura emblemática.
Ahora ya ni quién se acuerde de ellos pues el 12 de noviembre que es cuando se les festeja su día, es una fecha que ya prácticamente cayó en el olvido.
Pero la idea de esta columna no es ponernos tan románticos con eso de las cartas por el correo a la antigüita sino para lamentar la situación que enfrenta Correos de México.
En lo que va del actual sexenio del presidente Felipe Calderón, han pasado ya seis directores de la dependencia. De esos seis titulares, una de ellas fue mujer.
Purificación Carpinteyro, una inteligente brasileña nacionalizada mexicana que le imprimió su sello personal a Correos y la transformó, pero apenas duró dos años en el cargo pues fue ascendida a subsecretaria de la SCT.
A la mejor los carteros no la recuerdan con afecto pues, siendo mujer, diseñó los uniformes con colores pastel, incluyendo un rosa mexicano que también se utilizó en los vehículos de la dependencia.
Correos de México ha enfrentado una situación caótica en lo financiero lo que casi la ha llevado a la extinción.
Y si bien pareciera que el Correo, como lo conocemos, es anacrónico y antiguo, la verdad es que todavía puede seguir dando servicio sobre todo porque en el país hay muchas comunidades donde todavía la modernidad no llega, además de que otorga otros servicios como el de paquetería.
Que yo sepa las oficinas de correos no ha desaparecido en otros países a pesar de los avances de las tecnologías para comunicarse.
Entonces lo que se requiere es que en realidad se le dé la importancia que Correos de México tiene y que se transforme realmente en una entidad que sea eficiente y que ya no signifique un sangrado económico para el gobierno federal.
Y si no, pues simple y sencillamente que desaparezca. ¿O usted qué opina?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigyt.net.mx
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