Carta al presidente Felipe Calderón:
Señor presidente, no voy a pedirle que modifique la estrategia que usted ha implementado contra el crimen organizado desde que inició su gobierno hace ya poco más de 5 años.
No voy a pedirle que promueva una iniciativa para resarcir a las víctimas colaterales de la guerra contra los narcotraficantes y secuestradores.
Tampoco que le ordene a Ernesto Cordero que deje de usar las dos cachuchas que en los últimos días de su sexenio luce con garbo y galunura: la de secretario de Hacienda y Crédito Público y la de precandidato o aspirante (¿así es verdad señores del IFE?) a la candidatura presidencial por el PAN.
Tampoco voy a pedirle que saque las manos del proceso interno de su partido el PAN para elegir a quien será su candidato presidencial y, de ganar, el sucesor de usted en las oficinas principal de Los Pinos y también del Palacio Nacional.
Tampoco voy a pedirle que ponga orden en eso de los permisos para casinos y casas de apuestas que la verdad operan sobre un pantano de corrupción y de una impunidad tal, que lastiman.
¡No señor presidente! Lo que quiero es hacerle una modesta sugerencia:
Que ordene que se suspendan de inmediato las obras innecesarias de la famosa Estela de Luz que lo único que trae es una estela de corrupción que se va a convertir, de terminarla, en el símbolo que identifique a nosotros los mexicanos y mexicanas, como dijera su antecesor Vicente Fox, como unos verdaderos corruptos.
Que lo que ya se construyó, se destine a oficinas, por ejemplo para que allí funcionaran las que están involucradas en programas en beneficio de las personas con capacidades diferentes o bien en una especie de clínica dedicada a tratar casos graves de jóvenes que han caído en las garras de las drogas. Si el dinero de Shenli Ye Gon sirvió para crear casas de atención a esos jóvenes, lo de la estela bien podría servir para una clínica especial.
Porque me parece injusto que una obra que fue presupuestada en 300 millones de pesos, y que una vez terminada concluida, según los datos proporcionados por la dependencia encargada del proyecto, costara unos mil 200 millones de pesos.
Porque se ha demostrado que esa obra estaba a cargo de la empresa GUTSA que fue inhabilitada por el propio gobierno federal luego del escándalo sobre la famosa Autopista del Sol que ha sido un verdadero fraude y que por cierto hoy se sabe que José Manuel Subiría Maqueo ex director de Caminos y Puentes fue inhabilitado por 11 años para desempeñar un cargo en el servicio público, precisamente por la serie de irregularidades que se cometieron en los contratos de obras de mantenimiento y en las que se vio involucrada GUTSA.
Porque el cuarzo que se empleará en la proyección de la luz que iluminará la estela de luz, es de ínfima calidad y se compró así para que le quedara una jugosa comisión a los responsables de comprarlo.
Que se detenga la obra, que se destine a un fin benéfico en lo que ya se construyó y que el dinero que no se va a emplear allí vaya a un fondo para rescatar a la aerolínea Mexicana de Aviación que representa un importante número de empleos para pilotos, azafatas, sobrecargos, mecánicos y demás personal necesario en una empresa de ese tipo y que también beneficia a los lugares de las rutas aéreas que cubría.
¡Ah! y, desde luego, que también se le ajusten cuentas a Gastón Azcárraga y socios porque defraudaron al gobierno federal, a sus empleados y a la sociedad mexicana en general.
¿Es mucho lo que pido, señor presidente?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos… hzr@prodigy.net.mx
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