jueves, 29 de septiembre de 2011

Temas y...los exhibidos

Uno de mis cuñados que vive en Tijuana, un día que pasó al vecino país del norte, hace ya varios años, tiró una colilla de cigarro en una de las autopistas del Condado de San Diego y el chistecito le costó 500 dólares.


El comentario viene a colación, porque allá en la delegación de Coyoacán, se armó la polémica porque las autoridades delegacionales decidieron imprimir mantas con las imágenes fotográficas de los vecinos que suelen tirar la basura donde no corresponde.

Los infractores, cuando vieron su imagen expuesta al público, se molestaron y se quejaron ante la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal que ni tarda ni perezosa calificó de exceso lo que estaban haciendo las autoridades de Coyoacán, una de las zonas más bonitas, por cierto de la capital del país.

Debo entender que las autoridades ya se habían cansado de hacer llamados a los vecinos para que no tiren la basura donde no deben y no han encontrado eco, por lo que idearon la exhibición de todos aquellos inconscientes que no ponen la basura en su lugar.

Normalmente, son las autoridades las que cometen excesos.

Y los ciudadanos solemos señalarlos con índice de fuego.

Pero cuando se trata de nosotros, no queremos que nos toquen ni con el pétalo de una rosa.

¿Quién tiene la razón?

Es un dilema la respuesta, ni duda cabe, pero lo que yo sí creo es que nos falta conciencia y que no respetamos las normas que rigen nuestra vida ciudadana.

Un día escribí en este espacio que aquí en La Paz, un señor se molestó porque empleados y jefes del ayuntamiento llevaban a cabo una campaña de limpieza por su calle, pero levantaban polvo y le estaban ensuciando su vehículo, por lo que fue a reclamarles muy molesto que dejaran de hacerlo.

¡Caray!, en lugar de sumarse a la actividad, los reprendió.

Aquí, las autoridades de Protección Civil de los dos niveles de gobierno, llevan a cabo acciones de limpieza de cauce de arroyos que atraviesan la ciudad y más tardan en limpiarlos que la gente en llenarlos otra vez de escombros, basura, colchones viejos, animales muertos, etcétera.

Así somos, lamentablemente.

Por eso, entiendo el que las autoridades de Coyoacán en el DF hayan tomado esa medida de exhibir a los que tiran la basura donde más se les antoja.

Mi cuñado jamás volvió a tirar una sola bachicha de cigarro, es más ya ni fuma y tampoco tira otro tipo de basura cuando pasa al otro lado y que por cierto lo hace prácticamente todos los días.

¿Por qué cuando vamos a los Estados Unidos de Norteamérica nos portamos tan bien y aquí hacemos lo que nos pega la regalada gana?

La saga de las películas del Mil Usos lo retrató magistralmente.

Allá, en el vecino país del norte, bien portaditos; aquí que chin… chin… el que se raje.

Yo creo que debemos hacer conciencia, que nosotros mismos provocamos los problemas que se generan y que en nosotros está la oportunidad de evitarlos o minimizar su impacto.

¿Es tan difícil hacerlo?

Por la decisión a la que llegaron las autoridades delegacionales de Coyoacán, creo que sí.

Aunque se hayan molestado los supuestos afectados.

Reflexionemos: Tenemos un cerebro, somos seres racionales y eso es lo que nos diferencia de los animales, pues hasta los gatos hacen del dos, con mucha limpieza…

La lectura es vida, lo demás… es lo de menos… hzr@prodigy.net.mx

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