Decía el estratega propagandístico de Hitler, Joseph Goebbels, que una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad.
Y no es que sea una mentira en el estricto sentido semántico del término, pero parece que el presidente Felipe Calderón, insiste una y mil veces en el tema ese de la inseguridad, del crimen organizado y de que no va a dar marcha atrás en la guerra que les declaró semanas después de haber asumido el cargo como presidente de la república.
Cada vez que veo al jefe del Ejecutivo federal hablar sobre el tema, que lo hace con mucha frecuencia, recuerdo lo que argumentaba el hombre encargado por el Führer del manejo de la propaganda política en el III Reich.
Como que el presidente Calderón insiste en el tema del crimen organizado para que los mexicanos y las mexicanas no nos acordemos de que él se comprometió en campaña, a ser el candidato y luego el presidente del empleo.
El pasado uno de septiembre, precisamente cuando el primer mandatario envió un mensaje a la nación con motivo de su quinto informe, la nota principal de la sección financiera de un diario de circulación nacional daba a conocer que en ese periodo de tiempo cayeron el crecimiento y el empleo.
Y aunque me resisto a creerlo, porque el propio gobierno federal se ha encargado de resaltar cifras elevadas de empleo, la realidad es que son datos duros los que se manejan y que muestran que aquello del presidente del empleo, fue puro jarabe de pico.
Estoy de acuerdo en que las condiciones económicas y financieras de México se vieron impactadas luego de la crisis del 2008, la que se vio aderezada con la epidemia del virus AH1N1, y que apenas en este año las cosas se empezaban a estabilizar cuando nos llega la nueva crisis mundial, pero lo que me inconforma es el hecho de que las autoridades federales no asuman su responsabilidad y traten de darnos atole con el dedo.
Es cierto que la mayoría de las economías de la región se desplomaron pero en el caso de México la caída en la economía alcanzó el 6.1,por ciento anual, el más alto de todos los países afectados, pero también es cierto que el presidente Calderón no logró en los primeros años de su gobierno las reformas estructurales que se requerían para evitar un mayor daño.
Ya sé que en descargo del señor Calderón, sus defensores dirán que en todo caso la culpa no sería solo suya, sino también de los legisladores federales que no apoyaron esas reformas estructurales.
Pero aun así, deberían cambiar la estrategia de comunicación.
Que ya no sigan utilizando la lucha o la guerra contra el crimen organizado, como un distractor.
Que el asunto de la inseguridad es un problema complejo y bien peliagudo, ni quien lo dude.
Que se necesita poner orden y extirpar ese tumor que tanto daño le está haciendo al tejido social de México, es cierto.
Pero sería conveniente que se hablara con la verdad.
Que no se repitiera esa mentira mil veces, para transformarla en verdad.
Total, ya no estamos tan tapados y si un poco mejor informados que hace algunos años atrás, para entender las cosas.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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