Pregunta a quien corresponda:
¿Por qué no invertir esos 10 mil millones de dólares que se proyectan para la tan debatida nueva refinería en el estado de Hidalgo, en el mantenimiento de las ya existentes?
La interrogante surge al leer que Petróleos Mexicanos atrasa el mantenimiento a sus seis refinerías que opera en distintos puntos del país.
Y ese atraso, obviamente, provoca pérdidas.
Según los datos divulgados por la propia empresa paraestatal, los trabajos de mantenimiento en las plantas de las refinerías sólo se ha cumplido en 20 por ciento y que en algunos casos el tiempo para llevarlos a cabo ya concluyó lo que tiene como consecuencia que la producción de combustibles haya disminuido en un 7 por ciento y el procesamiento de crudo en un 5.9 por ciento durante el segundo trimestre el presente año, comparado con el anterior.
De los mantenimientos proyectados para las refinerías, la de Cd. Madero, Tamaulipas, se tenían cuatro y sólo se han realizado dos, en la de Minatitlán, Veracruz, de 6-0, en la de Salamanca, Guanajuato de 7-1, en la de Salina Cruz de 5-1 y en la de Tula, Hidalgo de 11-0.
Aquí, como en muchas otras dependencias o empresas del gobierno, impera el importamadrismo.
Y eso tiene un alto costo para el país.
Como el petróleo es de todos los mexicanos, pues me molesta y me preocupa que esté sucediendo esto en PEMEX.
Claro que lo más reprochable de todo es la enorme corrupción que impera en esa paraestatal y que no se ve para cuando termine.
Incluso con lo de la tan llevada y traída nueva refinería, todavía no se ha iniciado y se han hecho negocios turbios que han dejando dividendos económicos a autoridades venales que aprovecharon aquello de que a río revuelto, ganancia de pescadores.
¿Tiene México, o mejor dicho el gobierno federal esos 10 mil o más millones de dólares para construir la nueva refinería?
Las importaciones de gasolinas alcanzaron en el primer semestre del presente año la nada despreciable cifra de 14 mil 519 millones de dólares.
Dejando de importarlas, se podría tener el dinero suficiente para construir la nueva refinería.
Pero si se deja de importar viene el caos, porque la importación de combustibles representa ya prácticamente el 50 por ciento de la demanda interna.
Por ello yo soy de la idea de que en lugar de instalar una nueva planta, mejor se les de mantenimiento a las ya existentes, se mejoren las instalaciones y en consecuencia, se mejore la producción.
El problema es que el dichoso proyecto de la nueva refinería representa la oportunidad de que muchos vivales –tanto del gobierno como de la iniciativa privada- se lleven la tajada del león y por ello lo más seguro es que, tarde que temprano será instalada.
Como bien dice Denise Dresser en su más reciente libro, el petróleo sólo sirve para realizar obras en las que todos ganan, pero el país pierde porque se podría financiar la educación y la tecnología.
Por lo pronto, la famosa nueva refinería ya ha provocado enormes gastos y, en algunos casos, como sucedió en Guanajuato, se hicieron grandes negocios con la compra-venta de los terrenos que se requieren para ese proyecto y que los compró el gobierno estatal panista en más de mil millones de pesos y que ahora no sirven para nada.
¿Qué le parece?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos...hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario