Según información que trascendió a la opinión pública luego del trágico accidente aéreo en el que perdieron la vida el entonces secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora y otras 7 personas, en nuestro país sólo se han registrado dos accidentes relacionados con los helicópteros Superpuma que fabrica la empresa francesa Aeroespatiale.
Dice la información al respecto que el otro accidente de un Superpuma fue el que se registró la mañana neblinosa del 25 de marzo de 1992 en Huautla de Jiménez, Oaxaca y en el que murieron 10 personas entre ellos el general Pedro Bautista, un sudcaliforniano que llegó a destacar dentro de la milicia alcanzando ese grado castrense y llegando a ocupar el cargo de sub jefe operativo del Estado Mayor Presidencial, cargo que le sigue en jerarquía, al del titular del EMP.
Al general Bautista no lo conocí personalmente cuando vivió aquí en La Paz, antes de irse al H. Colegio Militar, luego de que había decidido abrazar la carrera de las armas.
Y cuando se dio la coyuntura de poder conocerlo personalmente, meses antes de su fatídica muerte, no fue posible por un pequeño olvido.
Pepe, de quien omito el apellido para no generarle algún inconveniente, quien era amigo de la infancia del general Bautista y con quien había conservado esa amistad a lo largo de los años, me platicó de que el ameritado militar que ocupaba el cargo de sub jefe del Estado Mayor Presidencial era su amigo y que si quería algún día me lo presentaba para conocerlo personalmente.
Algo que no era tan fácil porque dado su cargo en el EMP, el general Bautista acompañaba a todos lados al entonces presidente de la república, Ernesto Zedillo.
Un día, no recuerdo si de noviembre o diciembre del 91, Pepe me habló por teléfono para decirme que el general Bautista estaría en La Paz pues había fallecido su señora madre y pidió permiso al EMP para asistir a su funeral, aunque sólo estaría en esta ciudad capital por unas horas y regresaría a la ciudad de México.
Me dijo que podíamos vernos en el panteón cuando sepultaran a la progenitora de su amigo y que allí nos presentaría.
Pero resulta que con esa memoria de corto plazo que no me funciona muy bien, a diferencia de la de largo plazo, olvidé la cita y cuando lo recordé ya era demasiado tarde. Se regresó a México.
“No te preocupes luego le hablamos por teléfono y nos ponemos de acuerdo para ver en qué fecha podemos vernos”, me dijo Pepe.
Pero esa fecha nunca llegó porque se atravesó la muerte.
Ese día 25 de marzo de 1992, al revisar las noticias a temprana hora los noticiarios de la mañana transmitieron la nota relacionada con el accidente de un helicóptero Superpuma del Estado Mayor Presidencial en Huautla de Jiménez, Oaxaca que se estrelló contra un cerro al despegar debido a la intensa neblina que había en el lugar.
El presidente Ernesto Zedillo realizaba una gira de trabajo por aquella región del país, cuando ocurrió el lamentable accidente.
Pepe asistió a los funerales y a los actos de honor que se le rindieron al general Pedro Bautista y a los demás fallecidos en aquel trágico accidente, todos ellos integrantes de su equipo y luego se supo que sólo quien hacía las veces de secretario particular del sub jefe del Estado Mayor Presidencial, ese día no quiso abordar la aeronave.
¿Por qué?
Como dice el lonje moco, perdón el monje loco, nadie sabe, nadie supo.
Ahora con lo sucedido el 11/11/11 cuando murió el ex secretario de Gobernación, pienso que el de ese día si fue un mero accidente, pero en lo del 25/03/92, tengo mis dudas.
Después de regresar a esta capital, Pepe me platicó que observó cosas extrañas durante los funerales del general Pedro Bautista y que le dio la impresión de que algo no estaba bien. Como que nadie quería hablar del accidente y que se decían cosas entre los militares.
A la muerte del destacado militar sudcaliforniano, el que ocupó su lugar fue el general Domiro García Reyes a quien, de acuerdo a la normatividad del EMP no le correspondía ascender a ese cargo pues se desempeñaba como secretario particular del jefe del EMP.
Ese detalle y el hecho de que quien ocupaba el cargo de subjefe operativo del EMP en turno era enviado a encargarse de la seguridad del candidato presidencial cada seis años, que para el caso, sería Luis Donaldo Colosio, me despertaron suspicacias.
¿Por qué precisamente Domiro García Reyes fue ubicado en esa posición, si lo que menos hizo fue cuidad la integridad del malogrado ex candidato presidencial?
Es pregunta.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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ResponderEliminarHola tengo el orgullo de decir que El General Brigadier Pedro Bautista Perez fue mi padre me pareció muy interesante su artículo aunque cabe decir que mi padre ejerció su profesión en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y no de Ernesto Zedillo.
ResponderEliminarHola Saludos fuí soldado del CGP y comisionado en el EMP y es un orgullo haber estado bajo las órdenes de tu padre
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