martes, 24 de enero de 2012

Temas y...de lengua....

¿Recuerda usted que a mediados de su campaña por la presidencia de la república, Felipe Calderón cambió su estrategia discursiva y la propuesta central de su campaña, autonombrándose el presidente del empleo?



Ya sabemos lo que finalmente pasó:


No se convirtió en el presidente del empleo, sino en el presidente que empleó la fuerza militar del Estado para declararle la guerra al crimen organizado, con un saldo de muertos que la verdad no se sabe si son 50, 60 mil o más.


Y es que como siempre, en los gobiernos suelen maquillar las cifras.


Además, en las listas oficiales no se incluyen los que no son identificados.


La semana pasada el primer jefe de la nación, refrendó en Tijuana que hasta el último día de su mandato seguirá la lucha sin cuartel contra los que se ponen del otro lado de la ley, principalmente en lo relacionado con el narcotráfico y los secuestros.


Pero, si Felipe Calderón hubiera tenido los recursos monetarios suficientes ¿no habría creado más empleos durante su administración?


¡Claro que sí!


Felipe Calderón no quiere cargar con el estigma de haber sido el presidente de origen panista que le regresó Los Pinos y el Palacio Nacional al PRI.


En esa lógica, si fuera tan fácil crear los cientos de miles de empleos que el crecimiento demográfico del país demanda, lo hubiera hecho y con ello estaría convirtiéndose en un cimiento sólido para que su partido, el PAN, pudiera ganar las elección presidencial del próximo mes de julio tal y como lo hizo en el 2000 y el 2006.


Por eso me llama la atención la promesa que está haciendo el virtual candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, de crear empleos, en un tiempo récord, para los llamados Ni Nis, que son aquellos jóvenes mexicanos que ni estudian ni trabajan y que, según se calcula, alcanzan los 7 millones.


En teoría todo es fácil.


O como se dice vulgarmente: de lengua me como un plato.


Y dicen que los toros, desde la barrera se ven mejor.


Pero allí está por ejemplo lo sucedido con el presidente de Estados Unidos de América, Barack Obama: no pudo cumplir las promesas que hizo en su campaña por la Casa Blanca.


El también, de poder hacerlo, habría hecho realidad lo ofrecido.


Pero no pudo y eso está poniendo en riesgo su reelección.


Por ello dudo que Andrés Manuel López Obrador pueda cumplir con lo que oferta en su precampaña y que seguramente seguirá haciéndolo a lo largo de toda la campaña presidencial.


Ceo que los aspirantes a suceder a Felipe Calderón deberían ser más realistas.


El gran canciller inglés Winston Churchill prometió a su pueblo, sólo sangre, sudor y lágrimas para evitar que quedara bajo el yugo de los alemanes en la II Guerra Mundial.


Y lo logró.


No pretendo que Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y quien resulte candidato o candidata presidencial del PAN, ofrezcan también lo que Mr. Churchill, pero si al menos que no anden con jaladas.


¿O usted qué opina?


La lectura es vida, lo demás, es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx





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