“Desde la ciudad de los rascacielos, Nueva York, llega la noticia:
“El Naked Cowboy anuncia su decisión de participar en la próxima elección para alcalde de esa mítica ciudad norteamericana”.
Desde luego usted se preguntará quién diablos es el Naked Cowboy.
En primer lugar traducido al idioma español, Naked Cowboy quiere decir El Vaquero desnudo.
¿Desnudo?
Bueno, en realidad no anda bichi, como dicen por aquí, sino en truzas.
¿Y qué más?
Así se gana la vida: recorriendo las calles de la ciudad de las famosas torres gemelas que ya no están de pie, cantando y acompañándose con su guitarra, prácticamente desnudo.
Es toda una celebridad.
Ya sabe usted que Nueva York, es una ciudad cosmpolita llena de celebridades.
Pero esto del Naked Cowboy si que es toda una revelación.
Pretende enfrentarse, como candidato, nada más y nada menos que a Michael Bloomberg, el magnate que es actualmente alcalde de la ciudad de la gran manzana.
Bloomberg gana diario, no como autoridad, sino como empresario, lo que usted y todos los que tengan la osadía de leer estas líneas, ganamos en un año.
El Vaquero Desnudo apenas recibe unas cuantas monedas en su sombrero cada vez que ejecuta una melodía con su guitarra.
Pero aun así, está decidido a lanzarse en pos de la alcaldía neoyorkina.
Ha de pensar que si el ahora popular Juanito ganó la delegación de Iztapalapa allá en la capital del país, por qué el, que es tan o más famoso que este personaje chilango, no pueda convertirse en alcalde de la ciudad que alguna vez gobernó el famoso Rudolph Giuliani con todo y su tolerancia cero.
Esa que por cierto importó Marcelo Ebrard cuando era jefe de la policía capitalina en el DF y que no pudo aplicarse, pero eso si le dejó algo así como 2 millones de dólares a Giuliani.
¿Animaría al Vaquero Desnudo el buscar la alcaldía de Nueva York después de enterarse del triunfo de Juanito en Iztapalapa?
Es muy probable.
Y en hipotético caso de el Naked Cowboy que llegara a ganar la elección ¿cómo gobernaría? ¿En truzas?
La verdad es que es difícil que los políticos puedan despojarse de la personalidad que siempre han tenido.
Que diga si no, el ex alcalde de La Paz, Víctor Manuel Castro Cosío a quien le resultó harto difícil el desprenderse el líder y luchador social mejor conocido como El Puchas, durante los tres años que desempeñó ese cargo.
Cada vez que utilizaba el traje formal, se sentía como tamal oaxaqueño.
Prefería la camisa de mezclilla que andar encorbatado.
Es más, no me lo crea pero por allí uno de sus cercanos me confió un día que cuando se puso la corbata por primera vez, se andaba ahorcando...”.
Esta columna la redacté el 29 de julio del 2009 y decidí rescatarla porque ahora resulta que el vaquero desnudo busca ser ¡presidente de Estados Unidos de América!, sí aunque usted no lo crea.
Esperemos que aquí en México no salga de repente un candidato presidencial con esas características para las elecciones del mes de julio próximo.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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