Eran como las 6 y media de la mañana, cuando de pronto se escucharon unos fuertes golpes en la puerta de aquel cuarto de hotel en el que estaba hospedado, allá en la llamada Primera Capital de las Californias.
La víspera me había ido con la palomilla de prensa a la discoteca Las Dunas propiedad del hotel donde nos hospedábamos y nos fuimos a acostar como a las 4 de la mañana.
Así es que cuando escuché los golpes y gritos de nuestro amigo Francisco Fisher, chofer de Antonio Manríquez Guluarte, a la sazón líder estatal del PRI, pensé que algo grave estaba sucediendo y todavía medio dormido abrí la puerta para saber el por qué de aquella forma tan escandalosa de golpear la puerta.
-Mi jefe le pide que vaya a su cuarto por favor, que es urgente-.
-¿Ahorita?-
¡Si, de inmediato!
Mal vestido y todo me fui a ver cuál era la urgencia de mi amigo Tony Manríquez.
“Necesito que hagas un discurso para Polito Pérpuly. Va a hablar a nombre del pueblo loretano ante el candidato presidencial, el licenciado Carlos Salinas”, me dijo.
Al día siguiente cuando leí las crónicas en los periódicos que se editan en la ciudad de México, sobre el acto realizado allá en la Plaza Juárez de Loreto y vi en algunas reflejado algo de lo que Polito dijo en aquel discurso, me sentí bien.
A la fecha no sé bien a bien cuántos discursos he elaborado para que otras personas hablen en tal o cual acto, ya sea cívico, político o de otra índole.
Ese suceso lo recordé porque un día que Rogelio Martínez me pidió que le hiciera un discurso para hablar en el acto de Conversión de Territorio a Estado, consideré que debía ser un documento en el que se hablara de ese episodio, pero un tanto más apegado a la realidad, al momento histórico que se vivió y lo que de ello derivó, buscando un equilibrio en la forma de decirlo porque sabía que para los perredistas, la historia de Baja California Sur se inició apenas el 6 de febrero de 1999 cuando Leonel Cota ganó la guberntaura para el PRD y el PT.
Aún consciente de que se corría el riesgo de la mutilación, elaboré el discurso en ese sentido y cuando le escuché, por la radio, supe que por instrucciones “superiores” fue cambiado en aquellos párrafos que enfatizaban lo histórico de la conversión de territorio a estado.
¿En verdad, como lo pregonaron los dizque, perredistas, todo lo bueno en Baja California Sur vino a partir de que ellos tomaron el poder?
No lo creo.
La historia puede tergiversarse y contarse de una y mil maneras. Incluso se dice que siempre la escriben los vencedores.
Pero hay hechos irrefutables que no pueden ignorarse.
En todo esto pienso cuando escucho a los aspirantes a la candidatura presidencial e incluso al propio presidente Felipe Calderón decir que con el PRI en el gobierno federal, habrá una etapa peligrosa para México.
¿En verdad, han sido mejores gobiernos los del PAN que los del PRI?
Yo no lo creo.
Y más bien pienso que ni unos ni oros han cumplido a cabalidad con las aspiraciones ciudadanas de este país.
¿O usted, qué opina?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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