En política
nadie está muerto, hasta que está bien muerto.
La reflexión
la hago con motivo del reciente nombramiento, la semana pasada, del ex
secretario de Salud del gobierno federal José Angel Córdova como nuevo
secretario de Educación Pública en sustitución del enfermo Alonso Lujambio.
Hago un
paréntesis, para decir que un día que, siendo secretario de Salud, visitó las
oficinas de El Sudcaliforniano, en La Paz, el doctor Córdova Villalobos nos
causó buena impresión.
“Va que
vuela para gobernador del estado de Guanajuato”, le comenté a mi director
después de que se retiró de las oficinas de nuestro periódico.
Conocía de
su trayectoria y de que, como diputado federal integrante de la LIX Legislatura
federal, había presidido la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y que
era un técnico con grandes dosis de político.
Hombre
estudioso, apasionado de la ciencia, autor de varios trabajos sobre temas
científicos, merecedor de varios reconocimientos nacionales e internacionales y
la nación entera lo identificó muy bien cuando se vivió la etapa crítica de la
pandemia de Influenza AH1N1 y por el papel desempeñado en esa emergencia hasta
se ganó la condecoración más importante que otorga el gobierno francés: la de
la Legión de Honor.
Hace unos
meses, el 9 de septiembre del 2011, para ser exactos, el doctor Córdova
Villalobos renunció a su cargo de secretario de Salud para ir a buscar la
candidatura del PAN a la gubernatura de Guanajuato.
De
inmediato, como suele suceder, se dijo que con la bendición presidencial y
siendo aquella entidad un territorio que ha gobernado el PAN en los últimos 18
años, no tendría mayores problemas para quedarse con la candidatura a
gobernador.
Sin embargo,
el mandatario estatal de Guanajuato tenía otro plan y logró imponer la
candidatura de quien a su vez se conoció como su delfín, dejando chiflando y en
la loma al doctor José Angel Córdova Villalobos. Debe haber sido un golpe
terrible para este médico-político.
Luego como
una especie de consolación, el doctor Córdova Villalobos fue incluido en la
lista de precandidatos plurinominales del PAN al Senado de la República pero en
el lugar 18, sin ninguna posibilidad de ocupar un escaño pues cuando mucho ese
partido alcanzará entre 10 y 13 asientos en la cámara alta del Congreso de la
Unión.
A los pocos
días se empezó a hablar de que el PRI lo postularía a la candidatura a gobernador.
No ocurrió
tal y luego el pasado 16 de marzo, el presidente de la república, Felipe
Calderón, lo nombró nuevo secretario de Educación Pública en sustitución de
Alonso Lujambio quien convalece en un hospital del vecino país del norte con un
grave problema de insuficiencia renal y otras complicaciones de salud.
Después del fracaso por no haber alcanzado la
candidatura a gobernador de su tierra natal, se pensó que José Angel Córdova
Villalobos estaría muerto, políticamente.
Y no estaba
muerto ni andaba de parranda, simplemente su caso corrobora aquello de que en
política se está muerto hasta que se está bien muerto.
Y lo mismo
podría decirse del virtual candidato del PRI a la gubernatura de Guanajuato,
Juan Ignacio Torres Landa, pues luego de varios fracasos por alcanzar la
candidatura, finalmente va a lograrlo.
Aquí en la
entidad, también hay casos similares, pero esa, esa como dijo la Nana Goya, es otra historia.
La lectura
es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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