“El Roberto Madrazo que vi en el debate presidencial, no es el que yo conozco”, le dije al entones candidato del PRI a la presidencia de México, el día que visitó las oficinas de nuestro periódico aquí en La Paz.
Los asesores y guardias personales que le acompañaban se me quedaron viendo de manera casi fulminante y entonces, haciendo un ademán, como pidiendo calma, el político tabasqueño, dijo:
“Tiene Razón Humberto: al llegar a la casa de ustedes encendí el televisor, conecté la videocasetera y me dije que, en efecto, ese que había participado en el debate, no era yo”.
No sé si usted que vio el debate, recuerde que en determinado momento, a Roberto Madrazo se le cayó una de las tarjetas que llevaba y que sostenía en el atril del lugar asignado y eso fue fatal, pues estaban en proyección nacional por la televisión.
Unas semanas antes, habíamos dialogado acá en La Paz con Roberto y recordado aquellos tiempos del Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria y de los personajes políticos de entonces que brillaban en ese organismo juvenil priista bajo la batuta del llamado Gran Jefe, el hoy ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera.
La anécdota la recordé hace unos días al ver un periódico de la ciudad de México en el que se reproducen algunos spots y folletos propagandísticos de quienes buscan llegar a la presidencia de la república el uno de diciembre próximo. Y también al ver la parte posterior de las camionetas llamadas peseras y que mueven pasaje aquí en La Paz.
Llamó mi atención los relacionados con la candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota.
Allí se aprecia a una mujer de cara completamente diferente a como la conocemos.
Son los efectos de lo que los publicistas conocen como el retocado del Photoshop.
Sí, una herramienta cibernética que te permite modificar la figura de las personas y de sus rostros.
Obviamente que Josefina parece una artista.
Pero yo creo, que desde allí nuestros políticos y en este caso ella, cometen un error: mienten.
Y mentiras es lo que menos necesitamos los ciudadanos y ciudadanas de este país.
Mienten porque difunden un rostro que no es el real.
Entiendo que lo hacen por recomendación de sus publirrelacionistas y estrategas de campaña, pero al fin y al cabo es algo falso, no natural.
Desde luego que no es ella la primera ni será la última que recurra a los truquitos del Photoshop.
Aquí lo hicieron su tocaya Josefina Cota, Rosa Delia Cota y otras políticas que para ocultar los estragos que causa el paso de los años en sus rostros, proyectaron sus promocionales con fotografías Photoshopiadas.
Recuerdo el caso de una ex candidata panista a diputada local en el 2008 y de la que hablé en este espacio, que se veía tan atractiva en sus posters, pendones y demás artículos propagandísticos que un amigo quiso conocerla personalmente, pero cuando la vio, ¡quedó desencantado!
Así es que yo creo que no por el hecho de mostrar un rostro de fotonovela, nuestras políticas y, desde luego, algunos de nuestros políticos, van a ganar las contiendas electorales.
Es mejor que se muestren tal y como son, pues así los electores creeremos que son sinceros o sinceras.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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