Hace un mes exactamente que la Procuraduría General de la República dio a conocer que estaba investigando a los servidores públicos que implicó la empresa norteamericana, BizJet que obtuvo jugosos contratos para dar mantenimiento a aeronaves del gobierno federal.
Se dijo entonces que esos servidores públicos habían sido separados de sus respectivos cargos –en el caso de los que aun estaban en servicio- para quedar sujetos a investigación.
Incluso, se decidió mantener bajo reserva los nombres de los presuntos implicados en esos sobornos por 2 millones de dólares y que también involucra a servidores públicos de los estados de Sonora y Sinaloa, que, curiosamente, son gobernados por el panismo.
El tema ya no se ha abordado y, seguramente, con la distracción que genera el proceso electoral federal que estamos viviendo rumbo al primer domingo del mes de julio próximo, la PGR dejará que el asunto se vaya diluyendo.
Una información generada en el vecino país del norte, generada a principios del mes de marzo próximo pasado, hacía referencia a las declaraciones de empleados de la empresa internacional BizJet de que, mediante sobornos por alrededor de los 2 millones de dólares, habían logrado contratos para el servicio de mantenimiento, reparación y revisión de aeronaves y helicópteros del gobierno federal.
Según esa información, luego de una investigación del FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos de América, detectaron la red de corrupción en la que aparentemente resultaron implicados un coronel y un capitán del Ejército y otro funcionario, todos ellos asignados a la Presidencia de la República, así como un director de Servicios Aéreos de Sinaloa y un servidor público del estado de Sonora.
El hecho de que en este escándalo de corrupción se ligue con la presidencia de la república, despertó críticas en la oposición al gobierno federal.
Por ello, se entiende que el asunto se esté manejando con tanto sigilo, pero ello al mismo tiempo despierta sospechas porque, repito, a un mes de que la PGR dijo que ya tenía ubicados a los presuntos implicados, no se ha dicho nada al respecto.
Honestamente, no creo que en este asunto esté implicado el presidente Felipe Calderón pero no estoy de acuerdo en que por el hecho de que se relaciona con la presidencia de la república, tenga que darse un trato diferente al que se da a los demás casos similares.
Además, el de los sobornos de BizJet no es el primer caso que ocurre en México.
En estos días se reactivó el relacionado con el extravagante ex director de Operaciones de la Comisión Federal de Electricidad, Néstor Moreno, quien en un principio había evadido la acción de la justicia y se encontraba prófugo y escondido, pero fue localizado la semana pasada en Hermosillo, Sonora y hoy está preso en un penal del DF.
Por cierto, Néstor Moreno visitó La Paz algunas ocasiones y siempre llamó la atención por su forma de vestir y su chuchuluco.
Se le acusa de haber recibido sobornos por alrededor de unos 30 millones de pesos en dinero en efectivo y artículos como un yate y un lujoso auto de la marca Ferrari.
Lo más probable es que este voraz ex servidor público salga pronto de la cárcel porque tiene manera y además la ley es muy laxa en delitos como el que cometió.
Y pensar que una mujer que se robó dos pescados para dar de comer a sus hijos, purga una condena de varios años allá en el DF.
¿Qué ironía, no cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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