Hace unos días, el 24 de abril próximo pasado, para ser más preciso, el presidente Felipe Calderón presumió en Washington, la capital Estados Unidos de América, que gracias a los logros de su gobierno, el flujo de emigrantes hacia ese país provenientes del nuestro, ha disminuido notoriamente.
Entiendo que nuestro presidente se muestre eufórico y presuma esos logros, pero me preocupa que nos siga considerando a los mexicanos que somos unos soberanos tontos.
Al hablar ante los integrantes de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el presidente Calderón pintó un país que muchos no vemos y al que hace seis años, durante el gobierno de su antecesor Vicente Fox, también de filiación panista, se le conoció como la Disneylandia mexicana.
Dijo el jefe de la nación mexicana, que los mexicanos que han retornado al país, provenientes del vecino del norte, lo han hecho porque en México hay condiciones propicias para que puedan trabajar, vivir mejor y etcétera, etc.
Tengo un hermano que vive desde hace poco más de 20 años en la zona de Los Angeles, California y desde hace algunos años ha intentado retornar a Durango para instalar un negocio que le permita sostener a su familia, pero no se han dado las condiciones para hacerlo.
Ultimamente no he hablado con él, pero ya me habría enterado por algún miembro de la familia si ese hermano estaría dispuesto a regresar a su país aprovechando las bondades de las que habló el señor Calderón Hinojosa en Washington.
Es cierto que el flujo migratorio entre los dos países, en lo que respecta a paisanos que se van a trabajar ha disminuido en los últimos años. Cifras divulgadas al respecto indican que el flujo de migrantes de México hacia Estados Unidos de América de 1995 al año 2000 fue de 2 millones 940 mil personas, mientras que de 2005 al 2010 fue de tan solo un millón 370 mil personas. En cuanto al flujo de Estados Unidos de América a México, las cifras son para el periodo 1995-2000 de 670 mil personas y para el periodo 2005-2010, de un millón 390 mil personas.
Sinn embargo, yo creo que no es tanto por la maravillosa realidad que ahora vivimos en México y que cacareó allá en la capital norteamericana nuestro máximo jefe político, sino por las condiciones económicas, financieras y sociales que estamos viviendo desde hace al menos unos cinco años.
Raúl Delgado, presidente de la Red Internacional de Migración y Desarrollo y quien es académico de la Universidad de Zacatecas, dijo que esa disminución en el el flujo de migrantes, obedece a la contracción del empleo en el vecino país del norte y no porque el retorno represente un atractivo para los trabajadores que se desplazaron a ese país, ante la falta de oportunidades en el nuestro.
Insisto: me parece correcto que el presidente Calderón, haciendo honor a lo que dijo su antecesor, Vicente Fox, de que las buenas noticias, también son noticias, hable con regocijo de los logros de su gobierno sexenal, pero no me parece correcto que lo haga, maquillando cifras o pintando la realidad de colores que realmente no lo son.
Basta con revisar las cifras del INEGI para ver la cantidad de pobres que hay en el país, la cantidad de mexicanos que hay en el vecino país del norte así como los indicadores reales del empleo y el ingreso de los que tienen trabajo en México, para entender a cabalidad la realidad que no podemos negar.
Reconozco programas que el presidente Calderón ha impulsado durante su mandato, como el del Seguro Popular y Oportunidades, pero de eso a que estamos en el país de Jauja, como que hay un abismo enorme.
¿O usted qué opina?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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