Si el día que vaya a emitir su voto el primer domingo del mes de julio próximo, observa que en alguna de las boletas para senador o diputado federal dice Pipo, Coco, Temo y otras similares, no se vaya a sorprender y pensar que hubo un error de impresión.
Lo que pasa es que ahora por decisión del Instituto Federal Electoral, en las boletas para elegir a los que integrarán la LXII Legislatura Federal, además de los nombres de pila de los candidatos, vendrán también ¡sus apodos!
En efecto, el IFE valoró esta situación luego de observar que muchas personas escribían en las boletas los sobrenombres de algunos políticos, pero tenían que invalidarse.
En el 2009, Ernesto de Lucas Hopkins, fue candidato a diputado federal por el distrito 03 de Sonora y pidió que en lugar de su nombre de pila, se inscribiera el apodo de El Pato Lucas.
Incluso, integrantes de su equipo de campaña repartieron camisetas y otros artículos promocionales con la imagen del Pato Lucas que es uno de los más emblemáticos personajes de los comics, o caricaturas.
Ahora, para las elecciones del próximo mes de julio, al menos siete candidatos a diputados federales solicitaron al IFE que en las boletas electorales aparezca el sobrenombre con el que coloquialmente se les conoce: Por ejemplo, Jesús Epifanio Salido Pavlovich quien busca ser diputado federal por el distrito 03 de Sonora, pide que se le agregue el apodo de Pano Salido; David Cuauhtémoc Galindo Delgado, también candidato a diputado federal por Sonora, solicitó incluir el apodo de Temo Galindo; María del Socorro García Quiroz, candidata a diputada por el distrito 03 de Querétaro, pidió que su nombre aparezca en las boletas como María de Socorro Coco García Quiroz; Williams Oswaldo Ochoa Gallegos, candidato a diputado federal por el distrito 06 de Chiapas, pidió que su nombre lleve el apodo de Willy. ¿Le parece incorrecto?
Yo creo que el IFE tiene razón al apoyar estas peticiones porque resulta ser que a muchas personas se les conoce más por el apodo que por su nombre de pila.
Suele suceder, con mucha frecuencia que cuando muere una persona y los deudos participan el fallecimiento citando el nombre del o de la fallecida, a usted no le suene, pero cuando alguno de sus familiares o amigos de quien ha emprendido el camino sin retorno le dice que no lo vio en el velorio, el argumento es que sólo conocía el sobrenombre y no el nombre de pila.
Por cierto, un amigo del que no voy a decir más datos, se llama Ray-o-Vac porque a sus papás les dijeron que había que ponerle un nombre de pila y ese se les hizo más atractivo que el de Eveready, pues el de Duracell todavía no existía.
Está de más decir que después se dieron cuenta de lo que significa poner un nombre de pila, pero al referido le gustó porque no hay otro ser humano en el mundo que se llame igual y no permitió que el acta de nacimiento fuera corregida.
En cuanto a los nombres extraños en las boletas de elección, recuerdo que en el proceso electoral de 1983 en el municipio de Comondú, alguien votó por ¡El Chapulín Colorado!, pero obviamente aquel voto se anuló.
Y en cada elección, un número importante de los votos que son anulados, es porque, precisamente aparecieron con leyendas o con nombres de personajes de moda.
Lo más probable es que si eso sigue ocurriendo, se invalidarán esos votos.
Pero por lo pronto, si usted tiene aspiraciones políticas y quiere ocupar un cargo de elección popular y cree que la gente lo puede identificar más por su apodo que por su nombre de pila, ahora podrá solicitar que este lo incluyan en las boletas para votar.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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