“Jefe, la cosa está de la patada en España”, me dijo el viernes pasado, Manuel el guardia que cuida el acceso principal de las oficinas de El Sudcaliforniano.
Estaba leyendo la sección internacional de este diario y se mostró preocupado por lo que ocurre allá en la madre patria.
Habrá personas a las que esa preocupación de Manuel les pueda resultar un tanto fuera de tono, porque se trata de otro país y pensarán que más bien debe preocuparse por lo que sucede aquí en México.
Precisamente le dije que si en España la cosa está que arde, aquí en nuestro país nos andamos quemando desde hace rato.
Claro que la crisis que están viviendo los españoles, como los griegos, los italianos, los portugueses y los habitantes de otros países europeos, no se está replicando aquí en México, pero de que hay problemas serios, los hay.
Aquí andamos ya rebasando los 110 millones de habitantes y al menos la mitad de estos viven en la pobreza y otra cifra elevada en la pobreza extrema.
Miles y miles de personas no tienen un empleo seguro.
Según cifras conservadoras el subempleo que genera el comercio informal no establecido, ronda los 15 millones de personas.
Son muchos.
Los problemas de la falta de agua en muchas comunidades rurales están empujando cada vez más a que sus habitantes emigren hacia otras poblaciones donde los problemas de la falta de servicios básicos es una constante.
Y además llegan a disputar algunos puestos de trabajo que no requieren de especialización.
El campo mexicano enfrenta una de sus peores crisis, generada por la sequía y aunque ya empezó a llover en algunas entidades donde la situación era demasiado crítica, los efectos negativos derivados de la misma nos impactarán el próximo y los siguientes años.
Miles y miles de jóvenes egresados en sus respectivas carreras profesionales andan en busca de empleo y no lo encuentran, a pesar del optimismo del señor presidente Felipe Calderón de que en su sexenio se crearon casi 2 millones de empleos.
Deberían haberse creado un millón 200 mil anualmente.
Y es que en México tenemos un problema que ha carcomido el tejido social permanentemente y evita que la mayoría de los programas que se aplica, por parte de los tres niveles de gobierno, para la solución de los problemas tengan éxito: la corrupción.
No hace mucho se divulgó en la prensa de circulación nacional que unos empresarios que se dedican a la importación de mercancías habían denunciado a un servidor público del área de Aduanas de la SHyCP nativo de BCS de tener en sus cuentas bancarias allá en el vecino país del norte, varios millones de dólares.
Como se no se investigó al respecto, no se sabe qué tan verdadero fue ese señalamiento, aunque dicen que cuando el río suena, agua lleva.
Y ejemplos como ese, hay miles.
Así es que si en España, sus habitantes andan con el Jesús en la boca, aquí ya no sabemos ni a qué santo encomendarnos.
¿O sí?
La lectura es vida, lo demás es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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