“En agosto pasado, se cumplió un aniversario
más de aquel famoso discurso de Martin Luther King conocido literalmente como Tengo un sueño.
Según los expertos, es la pieza oratoria más
representativa del Siglo XX.
Pero tener un sueño no era algo exclusivo del
doctor Luther King.
El
comentario viene a colación porque el día que Paola Espinoza visitó las
oficinas de El Sudaliforniano, habló
precisamente del sueño que ella tuvo desde niña de triunfar en el deporte de
los clavados.
La obtención de la medalla de bronce en los
Juegos Olímpicos de Beijing 2008 es una prueba de que lo está logrando.
Desde luego que todos esos triunfos obtenidos
en los Juegos Centroamericanos, los Panamericanos, los Mundiales, la Universiada,
cuentan.
Pero ella quiere coronar su sueño con la
obtención de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012.
¿Lo lograra?
Si tomamos en cuenta su edad y la calidad que
esta clavadista tiene, lo más seguro es que sí.
Otros y otras lo han logrado.
Han hecho de sus sueños de triunfo, una
agradable realidad.
Los jovencitos mexicanos que ganaron el
campeonato mundial de fútbol sub 17, soñaron en su momento con lograrlo.
José Hernández Moreno, un joven hijo de
migrantes campesinos mexicanos, tuvo un sueño de explorar algún día el espacio
y el próximo año lo logrará pues la NASA lo seleccionó como miembro de la
misión STS128 que viajará a la estación espacial internacional EEI en el 2009.
Antes lo habían rechazado 11 veces.
Hernández Moreno dice que él, como el doctor
Luther King, también tuvo su sueño.
Por eso digo que Paola cumplirá el suyo.
Cuando la vi lanzarse desde el trampolín de
tres metros en la alberca del GUM de esta ciudad capital cuando ella penas
tendría siete u ocho años yo también soñé que algún día esa chiquilla valiente
lograría grandes hazañas.
Y lo está haciendo. Por ello bien merecidos
los reconocimientos que se ha ganado.
Y pese a la fama, se ve que no ha cambiado. No
tiene por qué cambiar, pues la fama es efímera, al igual que la belleza, que es
como las cajas de cartón, que con el tiempo se arrugan y se echan a perder.
Me dio la impresión de que Paola tiene bien
puestos los pies en la tierra.
Incluso habló de que terminará una carrera
universitaria.
Eso habla de que es consciente de la realidad
y que no flota en el aire.
Y eso, sin duda alguna, hará sentirse
orgullosos a los integrantes de su familia.
También a los que creemos en ella.
Que tendrá que seguirse sacrificando para
lograrlo, ni duda cabe.
Pero al final, habrá grandes satisfacciones.
Ojalá y que todos aquellos jóvenes que tienen
un sueño, logren alcanzarlo.
Que la tenacidad, la pasión y la entrega de
Paola les sirva de ejemplo.
Y allí está también el ejemplo de esa joven
sudcaliforniana que compite en los juegos paralímpicos: Jazmine Bataz.
Tal vez ella tampoco gane una medalla de oro
esta ocasión, pero el hecho simple de ser, en sus condiciones físicas, una
digna representante de Baja California Sur en esa justa deportiva
internacional, también, como Paola, ya se han ganado la gloria...”
Esta columna se publicó hace ya cuatro años y
decidí editarla de nuevo por lo que Paola Milagros Espinoza Sánchez está
logrando en la Olimpiada de Londres 2012 y que por lo pronto ayer ya ganó una
medalla de plata en clavados sincronizados.
La reedito de nuevo, como un modesto homenaje
de este humilde escribidor para esta deportista de pequeña estatura física,
pero de un corazón enorme y unas ganas de triunfo inmensas.
¡En hora buena, Paola, el futuro es tuyo!
La lectura es vida, lo demás...es lo de
menos...hzr@prodigy.net.mx
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