martes, 11 de septiembre de 2012

Temas y...triste misiva

Sr. Zamora:

No se imagina cuanto me alegra el haber establecido contacto con Ud., estoy realmente contento. El asunto que le quiero recordar es el siguiente:

En Marzo 28 del presente año, hubo en esa ciudad de La Paz un horrible asesinato que conmovió a la sociedad pacence, Clarita Hernández Tabanico fué asesinada a batazos por un par de asaltantes dentro de su casa, Clarita era mi hija, ella vivía con el Sr. Gregorio Parra, un Ingeniero que estaba a cargo de una obra en la CFE, su hijo Fernando Cortéz de 9 años y su hijita Ana Olga de casi dos años.

Los detalles los dió a conocer el periódico en el que ud. escribe, narró inclusive el hecho que hayan soltado al Sr. Parra para que fuera traido a Mexicali por la PGR, donde fue puesto en libertad mediante el pago de una fianza ridícula, aparentemente dicho sr. anda prófugo puesto que fue acusado por los asesinos de Clarita de haberlos contratado para que la mataran y así poder cobrar un Seguro de vida que ella tenía.

La razón de mi insistencia de comunicarme con ud., es porque he estado leyendo sus columnas por internet, puesto que estamos aquí en Mexicali o a veces en California, estuve también en contacto con el sr. Reportero que se encargó de cubrir este caso. Mi nombre es: Fernando Hernández Pérez y estoy a sus órdenes por esta vía

electrónica, le suplico de la manera más atenta que si ud. tiene alguna información acerca de este penoso caso, sea tan amable en dejármelo saber. También le agradecería un número de teléfono para yo llamarle y que ud. No tenga que hacer el gasto.

Gracias. Atentamente. Fernando Hernández.”.

Este correo electrónico me lo hizo llegar el señor Hernández el pasado domingo 9 de septiembre actual.

Se refiere a los trágicos hechos que sucedieron en realidad el día 15 de marzo del presente año y que, en efecto, fueron publicados en la Sección Policiaca de El Sudcaliforniano el día 16.

Los asesinos confesos del crimen de María Clarita, fueron Luis Enrique López Gómez y Enrique Francisco Canale Parada, oriundos de Ciudad Obregón y quienes trabajaban para el ingeniero Gregorio Parra Rivas.

Fueron detenidos por las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado y pese a que confesaron que su patrón les había pagado para que cometieran el horrendo crimen, este no fue sometido a un proceso que deslindara responsabilidades y que lo hiciera pagar por considerarse que fue el autor intelectual del crimen.

Actualmente está prófugo.

El caso, pareciera salido de un episodio policiaco de esos que se transmiten cotidianamente por la televisión, pero es la triste realidad.

Es difícil entender que pesara más el factor económico que el afectivo en este crimen.

¿Cómo aceptar que Gregorio no tuviera compasión, no sólo de quien fuera su esposa, sino de su hijo y su hijita, de apenas dos años de edad?

En cuanto al supuesto asesino intelectual, declaró ante las autoridades pero no se investigó más a fondo y se le dejó ir.

Cuando sus ex empleados declararon que les había contratado para cometer el crimen, ya se había desaparecido de la entidad.

La cabeza de la nota principal de la edición del 29 de marzo, 14 días después de consumado el asesinato fue: ¡Dejaron ir al presunto homicida intelectual!

Abogados litigantes consultados al respecto dijeron al coordinador de la Sección Policiaca que no se les ocurrió arraigar al ingeniero, mientras se realizaban las investigaciones.

¿Por qué?

Eso es lo que pregunta el señor Hernández y a casi 6 meses de haber ocurrido el cobarde crimen, no se sabe nada del prófugo de la justicia, aunque se asegura que hay una orden de aprehensión.

¿Cómo estará su conciencia?

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx





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