Le tengo una noticia buena y otra mala:
La buena es que van a bajar las tarifas de consumo de energía eléctrica.
La mala, es que eso va ocurrir pero en ¡Brasil!
Es más, para que ustedes, amables lectoras, lectores de nuestro país se sientan todavía más decepcionados, les diré que ya está en estudio, aumentar las tarifas de la CFE en el próximo año, porque con los costos actuales, la paraestatal anda prácticamente en números rojos.
Allá en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff anunció el 7 de septiembre pasado, recortes en el precio de la electricidad del 16.2 por ciento para consumidores residenciales y de 28 por ciento para las empresas.
Y no tiene nada que ver con eso de que la mandamás del país carioca es una ex guerrillera, mujer de izquierda pues y que aquí en México tengamos a un presidente de derecha, que por cierto escribe y firma con la izquierda.
Lo que pasa es que la señora Sousseff sabe perfectamente que el gobierno a su cargo, es el socio mayoritario de la empresa petrolera Petrobras y que por lo tanto, está en condiciones de ofrecer tarifas más baratas en materia de generación de electricidad y con ello abaratar los costos de la producción y los consumos caseros.
Dijo la presidenta brasileña que la reducción de los costos de la energía eléctrica convertirá al sector productivo en más competitivo y que las ganancias serán usadas, sin duda tanto para la reducción de precios al consumidor como para los productos de exportación, lo que abrirá más mercados.
“La reducción también ayudará a las industrias en dificultades y evitará despidos de empleados”, señaló la mera, mera brasilera.
Ese día que leí la información, el sábado pasado, por acá en México estuvo ofreciendo una conferencia, el ex presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, Lula, pa´ los cuates y en ella habló, precisamente de los logros alcanzados durante sus dos periodos gubernamentales en cuanto al combate a la pobreza y al mejoramiento de los brasileiros de la llamada clase media.
Dijo Lula que sí se puede.
Que es cuestión de que los gobernantes quieran hacer las cosas para darle bienestar a su pueblo.
Que los gobiernos deben ver a sus gobernados, como una madre ve a sus hijos.
Bueno, la gestión gubernamental de Lula es tan reconocida que ya se habla de que para el 2014 podría buscar la reelección para ser presidente de Brasil una vez más, aunque es lunar del escándalo Mensalao, relacionado con la corrupción de ex colaboradores integrantes del Partido del Trabajo, en el que milita, pudiera afectar sus aspiraciones reeleccionistas.
Lo que Lula en su momento y ahora la señora Rousseff han hecho ¿no se puede hacer en México, con su adecuación, por supuesto, a nuestra idiosincrasia?
Acá en Baja California Sur llevamos 15 años luchando por tarifas eléctricas menos dañinas a nuestros bolsillos y hasta la fecha, ha sido como gritar en el desierto.
A pesar que hasta un estudio, realizado por la Universidad Autónoma de BCS se presentó ante el gobierno federal para justificar la baja de tarifas, por ser una entidad de clima cálido.
A los únicos que no les preocupa si bajan o suben las tarifas es a los empleados de la CFE, pues logros sindicales los han convertido en unos verdaderos privilegiados, como si en este país existiéramos los ciudadanos de primera, segunda o tercera.
Desde el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz he escuchado que a los mexicanos y mexicanas nos va a ir bien, pero, la neta, todavía a 50 años de distancia, nomás no lo he comprobado y prueba de ello son los 80 millones de pobres que tenemos en México.
¿Cambiarán las cosas con Enrique Peña Nieto?
Por el bien del país y quienes lo habitamos, espero que sí.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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