“¿No es minimizar el hecho?”, le preguntó un reportero al inefable líder de los petroleros de este país, el oooooootra vez senador, Carlos Romero Deschamps, con respecto a su opinión sobre el trágico accidente que se registró el pasado 20 de septiembre en Reynosa Tamaulipas en una refinería de Petróleos Mexicanos.
“No. Es muy lamentable lo que sucedió, pero no es, la tragedia más grande”.
Es obvio que no, si recordamos en ese tipo de accidentes el ocurrido, el 19 de noviembre de 1984 en San Juan Ixhuatepec, mejor conocido como San Juanico, en el estado de México y donde, según las cifras oficiales, que no siempre son la reales, hubo entre 500 y 600 muertos y más de 2 mil heridos, muchos de ellos de gravedad.
Pero una sola vida que se pierda, es una verdadera tragedia.
Me da la impresión de que el señor senador y líder nacional de los petroleros de México no ha leído aquello de que la pérdida de una vida es una tragedia y 70 mil muertos, es estadística.
¿Pero que se puede esperar, de un dirigente sindical intocable, remember el asunto del Pemexgate, como el señor Romero Deschamps?
Por cierto acá en La Paz, le pregunté un día que nos visitó el admirado Miguel Badillo, por qué la noticia del Pemexgate que él la hizo pública en las páginas de uno de los diarios más importantes de la capital del país, no había tenido todo el efecto que se esperaba de la misma.
“Lo que pasó es que el mismo día en que la nota se publicó a 8 columnas, ocurrieron los hechos trágicos de las torres gemelas en Nueva York y esos sucesos acapararon la atención pública mundial”, me dijo Badillo.
Lo más trágico de la respuesta del líder petrolero cuando le preguntaron su opinión sobre el lamentable accidente que provocó más de 30 muertos y varias personas heridas, algunas de gravedad, no sería tanto su estúpida respuesta, sino el hecho de que no era la primera vez que en la refinería citada había problemas en sus instalaciones, muchas de ellas, como lo señalaron trabajadores de la misma, ya agotada su vida útil.
Según un reporte difundido al respecto, se dice que el 13 de agosto próximo pasado se habían reportado explosiones sin lesionados, el 2 de septiembre un estallido que dejó 4 personas heridas y el 15 de septiembre ocurrió otro accidente que provocó la muerte de un trabajador y lesiones en otros dos.
Creo que en lugar de andar presumiendo sus relojes y ropa cara y mandando a Europa a su hija para que se divierta y compre en las mejores tiendas el viejo continente, el señor Romero Deschmps debería exigir que se de mantenimiento y que, en aquellos casos en los que las instalaciones de Pemex ya sean obsoletas, es decir que se acabó su vida útil, se renueven.
Como dirigente sindical, está obligado a velar por la seguridad y la vida de todos los integrantes de su gremio.
Es cierto que en el accidente de la refinería de Pemex en Reynosa, al parecer sólo 2 de los muertos eran trabajadores sindicalizados de la paraestatal, pues los demás pertenecían a diversas empresas contratistas, pero de todas maneras, no se está exento de que ocurra otra tragedia en la que se vean involucradas las vidas de empleados de la llamada empresa de todos los mexicanos.
Es más, en esa condición de propietario legítimo de Pemex, le exijo al señor senador que se deje de pend…y que se preocupe por la seguridad y el patrimonio de quienes representa y que con el esfuerzo y entrega de ellos, lo han convertido en un verdadero magnate, como hay muchos de su misma especie en este país que, por cierto, se resisten a rendir cuentas claras y a practicar la democracia en sus organizaciones sindicales.
¿Es mucho pedirle?
El lector tiene la respuesta.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodiy.net.mx
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