Sin profundizar mucho en la definición, considero que el objetivo de una negociación comercial, es el lucro y que se construye o se crea para ganar dinero y no para perderlo.
Si así es, entonces ¿por qué Petróleos Mexicanos es una empresa, paraestatal en su caso, que en lo que se refiere a la refinación, pierde en lugar de ganar dinero?
El tema petrolero mexicano ya lo he abordado en otras ocasiones, pero lo hago de nuevo porque me llamó la atención una información que dice que por cada barril que procesa Pemex, parta convertirlo en gasolina, turbosina u otro compuesto energético, ¡pierde 2.68 dólares!
No es vacilada.
Y para documentar nuestro optimismo, se hace referencia a que, por ejemplo, Ecopetrol de Colombia, que también es paraestatal, tiene un margen positivo de 9.3 dólares por barril, lo que significa que ellos sí ganan y nosotros perdemos.
Y ni para qué hablar de Petrobras, la empresa petrolera de capital mixto, en Brasil.
La infraestructura petrolera nacional, está en condiciones deplorables.
El accidente de hace unos semanas en una de sus instalaciones en Tamaulipas, así lo demuestra.
Hace unos días, el ex senador Francisco Labastida Ochoa presentó un diagnóstico sobre Petróleos Mexicanos y dijo que la empresa, que se supone es un orgullo nacional, está, técnicamente en quiebra.
Y si Labastida Ochoa fue secretario de Energía, no habla al tanteo, sino con los pelos de la burra en la mano, como se dice coloquialmente.
¿Cuáles son las causas de lo que pasa en Pemex?
Según la información referida, afectan a la empresa petrolera mexicana, los pasivos y el bajo desempeño de las refinerías.
Además las abultadas nóminas que maneja Pemex.
La empresa petrolera ejemplifica muy bien aquello de que no es el cuerno de la abundancia, sino la abundancia al cuerno.
Pero ya no podemos seguirnos dando ese lujo.
Cuando se habla de Pemex y su posible privatización, se desatan los demonios de la caja de Pandora y aquellos que defienden que la empresa sea propiedad del gobierno federal al 100 por ciento, se rasgan las vestiduras, pero pienso que ya es hora de quitarnos la venda de los ojos y ver la realidad.
Debemos exigir que esa empresa, que se supone es nuestra, opere realmente con números del color del principal producto que explota y comercializa, el petróleo y no que siga siendo un ejemplo de la ineficiencia, la corrupción y el nos vale madres.
El nuevo presidente de México para el sexdenio2012-2018, Enrique Peña Nieto ha hablado de abrir Pemex a la inversión privada en algunas de sus actividades.
La sola mención de ello ha desatado comentarios encontrados.
Lo que no podemos perder de vista es que los tiempos ya no están como para que Petróleos Mexicanos siga siendo una vergüenza y no el orgullo que tanto se cacarea en el ámbito gubernamental.
¿O usted qué opina?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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