En la política no solo suele haber simuladores, sino también farsantes y mentirosos.
Uno de ellos, por lo que leo, es el todavía gobernador de Chiapas, Juan Sabines, quien con esa actitud, mancha el apellido que lleva y al que le dio lustre su bien recordado tío el poeta Jaime Sabines.
Pero eso no parece importarle a este júnior de la política mexicana.
Ya se hablará de su actuación como gobernador de esa que es una de las entidades más marginadas del país, pero que tiene unas riquezas enormes que no se han aprovechado del todo o que todos se han aprovechado de ellas.
Hace dos años, el mandatario chiapaneco hizo alarde en la prensa de circulación nacional de una planta de biodiesel que se construiría en Tapachula, una de las ciudades importantes de la entidad chiapaneca.
Habló maravillas de la planta y dijo que produciría ese tipo de combustible para la operación de autotransporte público en Tapachula y de lo que allá llaman el Conejoubús, en Tuxtla Gutiérrez, pero resulta que la dichosa planta no está operando, se encuentra abandonada a su suerte y como un monumento al importamadrismo y el olvido.
La planta no opera y está descompuesta. Los cuatro tanques estacionarios para almacenar el combustible producido, están vacíos.
Se dijo que con biodiesel de la planta de Chiapas se realizó el primer vuelo de un avión comercial utilizando ese tipo de combustible ecológico en México.
Fue un vuelo de Chiapa de Corzo al Distrito Federal y el gobernador dijo entonces que el combustible se había logrado gracias a un huerto de piñón que se instaló en Cintalapa, del que se extrajo la materia prima, pero los expertos señalan que la producción de piñones estaría dando resultados positivos hasta el 2013, es decir, cinco años después.
Si Pinocho viviera, se quedaría mudo de sorpresa al ver que Juan Sabines, el gobernador de Chiapas le da el 20 y las malas en eso de echar mentirillas.
Y por si no lo sabe, el angelito que gobierna a los chiapanecos, todavía, tiene aspiraciones de convertirse en candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática para las elecciones federales del 2018.
¿Confiaría usted en un mentiroso para darle su voto y llevarlo a la Presidencia de la República?
Dice la Biblia que por sus frutos los conoceréis y con esta farsa y otras más que ha montado Juan Sabines, ya se le está conociendo.
Desde luego que no es el único gobernante que es farsante.
Hay muchos más y diríamos que son como los hongos cuando llueve.
Aunque muchos de ellos muestran el cobre, cuando ya desempeñan el cargo de elección popular al que aspiran.
Por eso, debería ser una herramienta constitucional el Referéndum para que la ciudadanía con su voto y su decisión, mande a freír espárragos a tipos como Sabines y compañía.
Ya me imagino al gran poeta Jaime Sabines retorciéndose en su tumba al ver a su sobrino poniendo por los suelos su apellido y todo lo que gravita en torno a él.
Aquí sí que viene como anillo al dedo aquello de que no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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