He estado tratando de recordar cuántas casas de
cultura, bibliotecas, teatros al aire libre y algunos otros centros recreativos
se han abierto aquí en nuestra ciudad capital, La Paz, en estos primeros 12
años de este siglo y el nuevo milenio.
La verdad, tendría que revisar los archivos
periodísticos para salir de dudas.
Pero la triste realidad es que, si las hay, no son
muchas.
Es más, podrían contarse fácilmente, con los dedos de
las manos, bueno mejor dicho, de una sola mano.
En cambio, si contamos los lugares con permisos de
venta de bebidas embriagantes y las ahora de moda casas de apuestas o juegos de
azhar, también llamados casinos, pues en este caso las cifras sí son
sorprendentes.
El problema es que tampoco tengo a la mano datos
fidedignos, pero al menos me atengo a lo que he visto, al igual que usted
lector o lectora que vive en esta ciudad.
El tema viene a colación, porque me llamó la atención
la propuesta que presentó hace unos días en el Congreso del Estado, el joven
diputado Axxel Gonzalo Sotelo Espinoza de los Monteros, cuyo nombre suena más a
miembro de la realeza que a un modesto legislador local.
El diputado priista propone que no se autorice el uso
de suelo para la construcción de casas de apuestas o casinos en toda Baja
California Sur.
El tema de los casinos, alcanzó dimensiones nacionales
luego de que se empezó a hablar de la propuesta de que, para atraer más
turistas a México se instalaran este tipo de negociaciones que, en otros países
y en determinadas regiones, atraen a miles de visitantes.
De hecho, no se llegó a ningún acuerdo con relación a
la autorización de la operatividad de los casinos y cuando se creía que el tema
había quedado en el olvido, surgió la primera casa de apuestas con las
características de los casinos y luego otra y otra y ahora suman cientos en
todo el territorio mexicano.
Aquí en La Paz desde hace varios meses, operan tres
casinos, ubicados casi en la misma área de la ciudad.
Y no es que me las quiera dar de santón ni nada por el
estilo, pero no conozco el interior de ninguno de ellos.
He jugado en los de Las Vegas donde se escucha el
tintinear de las monedas cuando se le gana a la máquina, pero no me gustan las
que dan billetes o puntos como son las que tienen los casinos del país y de
esta ciudad y no estaría dispuesto a perder mi poco dinero yendo a diario a
tentar a la fortuna en uno de estos.
Sé de personas que han dejado ya sus modestos
capitales en esas casas de juegos de azahar, porque se la pasan prácticamente
todo el día jugando.
Eso se llama ludopatía.
Y es una enfermedad que debe ser tratada por los
especialistas.
Es cierto que los casinos son empresas que tienen todo
el derecho del mundo a operar si cumplen con la normatividad que la ley señale
al respecto, pero creo que tiene razón Axxel Sotelo en eso de regularlos y de
evitar que proliferen en la entidad.
¿No cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de
menos…hzr@prodigy.net.mx
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