“Ayer hubiera cumplido
un año más de vida, Gabriel Renero Lara.
Ayer también, Luis
Donaldo Colosio cumplió 16 años de muerto.
Luis Donaldo falleció
aquel trágico 23 de marzo de 1994, Gabriel, hace ya poco más de tres meses, el
4 de diciembre próximo pasado.
Gabriel fue un amigo
personal y más que eso, padrino de uno de mis hijos, quien lleva su nombre en
honor a esa amistad con la que me distinguió por más de 30 años.
Hay una y mil
anécdotas de ese tiempo durante el que compartimos anhelos y sueños.
La que quedó grabada
para siempre en nuestras mentes fue la lucha para que Gabriel alcanzara la
candidatura a presidente municipal de Comondú en 1982 para las elecciones del
año siguiente.
Fue alcalde de aquella
jurisdicción y antes fue tesorero municipal.
Luego, integraría la
fórmula de candidatos del PRI a la diputación con Antonio Benjamín Manríquez
Guluarte en 1988 por el entonces II distrito federal electoral.
Después desempeñaría
el cargo de delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor, la Profeco.
Precisamente, ese día
que él falleció, como a las 3 de la tarde (lo que yo ignoraba, obviamente) me
encontraba en la ciudad de México esperando abordar el avión que me trasladaría
a la ciudad de Durango a donde viajaba para asistir al 90 aniversario del
natalicio de mi señora madre.
Por cierto unos
minutos antes había saludado a la entonces diputada federal Esthela Ponce quien
me había invitado a un desayuno en La Paz, con motivo de las fiestas navideñas
el sábado 5, pero me disculpé porque tenía el compromiso social allá en
Durango.
Me dijo que había
hablado con su amiga y colega, la diputada federal Lourdes Quiñónez quien ese
día había viajado a la entidad duranguense de donde es nativa y le comentó que
el aeropuerto estaba temporalmente cerrado por mal clima.
Tuve que esperar.
Al filo de las 4:30 de
la tarde, antes de abordar el avión miré en el aeropuerto al ex candidato
presidencial del Partido Nueva Alianza y ex titular nacional de la PROFECO,
amén de otros cargos, Roberto Campa Cifrián.
Pensé abordarlo y
decirle que tal vez él no se acordara pero que cuando visitó La Paz para darle
posesión a Gabriel ambos fueron a saludar al entonces presidente municipal,
Leonel Cota Montaño y allí nos presentó pues yo me desempeñaba como jefe de
Comunicación Social del IX Ayuntamiento.
Roberto y Leonel ya se
conocían pues habían sido diputados federales en la LVI Legislatura, ambos por
el PRI.
Pero allá en el
aeropuerto me distraje un momento y Campa Cifrián se me perdió entre el gentió.
Mi intención era
recordarle aquel episodio y decirle que le enviaba un afectuoso saludo mi
compadre Gabriel sin saber que a esa hora él ya no estaba con vida.
Me sentí mal porque no
puede asistir a su sepelio pero él siempre supo que si no era físicamente,
espiritualmente yo estaría siempre presente.
Ayer habría cumplido
un año más de vida”...
Esta columna la
escribí el 23 de marzo del 2010 y decidí rescatarla porque ayer, Gabriel Renero
Lara cumplió un año más de fallecido.
Y, curiosamente, su
hijo Gabriel, cumplió un año más de vida.
La lectura es vida, lo
demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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