Si en México la educación está por los suelos, en
materia de justicia, no andamos nada bien.
Así lo indica un estudio que se realizó bajo el
auspicio del millonario Bill Gates y que ubicó a nuestro país en el casillero
91 de 97 en materia de impartición de justicia.
Eso sí que es grave.
Dese luego, también el que en educación andemos por la
calle de la amargura, pues como lo subraya el documental del que Carlos Loret
de Mola es co productor, se requerirán más de 300 años para ubicarnos a la
altura de naciones como el vecino país del norte en la materia, siempre y
cuando estos no sigan avanzando en mejores niveles educativos.
El tema de la justicia, es complicado.
Yo, para empezar, no soy un experto en el tema, pero
sé perfectamente que en México la aplicación de la justicia deja mucho que
desear.
Según ese estudio financiado por el poderoso dueño de
Microsoft, la nación mexicana se ubica por debajo de naciones como Tanzania,
Senegal, Sri Lanka, Etiopía, Malawui y Sierra Leona, todas ellas del continente
africano que se supone están más atrasados que nosotros.
México se ubica en el lugar 91 de los 97 países
investigados, en materia de impartición de justicia penal y en orden y
seguridad y ocupa el lugar 89 de justicia civil.
Si revisáramos a lo largo de la historia moderna de
México, lo relativo a la impartición de justicia, nos darían ganas de llorar.
No se puede dejar de reconocer que ha habido avances
en la materia, pero todavía falta mucho por hacer.
El estudio aludido también evaluó el tema de la
corrupción y todavía salimos mal calificados pues ocupamos el lugar 74 de los
países revisados.
Y, precisamente, la corrupción es lo que propicia que
la justicia en México se imparta dependiendo de la capacidad económica de quien
comete un delito.
“Poderoso caballero es don dinero”, reza el dicho y,
en efecto, es tan poderoso que salva muchas veces de ir a la cárcel a quienes
lo tienen de sobra.
Según el estudio, estamos ubicados en el lugar 91, por
debilidades de los sistemas de investigación y adjudicación, discriminación rampante
contra grupos vulnerables, corrupción entre jueces y procuradores y violación
de los derechos de debido proceso de los acusados.
¿Habrá la voluntad suficiente para modificar esta
situación tan vergonzosa?
Es pregunta…
La lectura es vida, lo demás…es lo de
menos…hzr@prodigy.net.mx
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