martes, 12 de marzo de 2013

TEmas y...el artefacto

Un día que los integrantes de la VI Legislatura local, realizaron una gira de trabajo al municipio de Comondú, concretamente a Ciudad Constitución, uno de los legisladores preguntó qué era aquel “artefacto” que se encontraba sobre la calzada Agustín Olachea –que por cierto es la más larga del mundo pues inicia en La Paz, pasa por Constitución y concluye en el poblado Ignacio Zaragoza, con unos 250 kilómetros de largo- porque, como en el caso del círculo, él no le encontraba la cuadratura.

El legislador de más edad y reconocido como un hombre de mucha sabiduría, el profesor Benito Bermúdez Coronado –ya fallecido- le dijo a su colega que se trataba de una oficina propiedad del arquitecto José Luis Vázquez, quien había sido director de Obras Públicas y tesorero municipal con Eligio Soto y Gabriel Renero, como alcaldes, respectivamente.

Desde que la construyó, como sucedió con la hoy famosísima Torre Eiffel, la oficina del profesionista nativo de Monterrey, Nuevo León, llamó la atención y generó diversos comentarios.

Era una especie de torre Pisa, esa que está allá en Italia y que lleva años a punto de desplomarse, pero sigue allí firme. La oficina de la calzada Agustín Olachea de Ciudad Constitución era muy rara, en efecto, pero funcional, pues no había que perder de vista que la diseñó un arquitecto. Claro, que ello no garantiza que por ser un profesionista de esa rama, siempre diseñarán muy bien las cosas.

No sé si todavía existe la oficina original o fue remodelada o derribada para dar paso a otro edificio.

Lo que si sé es que se trataba de una obra de propiedad privada.

Y la traigo a colación porque el ex presidente Felipe Calderón ordenó que se construyera allá en la capital del país, la llamada Estela de Luz, que es una especie de monumento para recordar el Bicentenario de nuestra Independencia y el Centenario de nuestra Revolución.

Lo único malo en este caso, es que la estela quedó allí más que como un recuerdo de esas dos fechas conmemorativas, como un verdadero monumento a la corrupción y al importamadrismo que nos caracteriza a los mexicanos.

La Auditoría Superior de la Federación, que depende del Congreso de la Unión, determinó que hubo un sobreprecio en esa obra de unos 400 millones de pesos, de los que no se sabe quién o quiénes fueron los ganones.

El proyecto original de la Estela de Luz consideraba una inversión de 339 millones de pesos y el costo definitivo, según la auditoría de la ASF fue de mil 334 millones de pesos.

Picatta minutta, diría el clásico.

Sin embargo, a diferencia del “artefacto” aquel de la calzada Agustín Olachea de Ciudad Constitución, BCS, al “artefacto” ese llamado Estela de Luz, aquí hay que lamentar que los recursos públicos sí se malversaron.

¿O no?

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx









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