domingo, 5 de mayo de 2013

Temas y...!pollitos de colores¡

A la mejor usted que está leyendo este modesto espacio, fue una de las víctimas de Chambamex que defraudó a cientos o miles de personas de varios estados de la república mexicana.


Resulta que una empresa que, supuestamente, se dedicaba a conectar a aspirantes a braceros o trabajadores migrantes para ir al vecino país del norte, dejó en la calle, literalmente hablando, a quienes creyeron en la oferta y entregaron papeles y dinero para los trámites correspondientes.

Chambamex, que abrió varias oficinas en varios estados de la república, ofrecía empleo en los Estados Unidos de América y para ello pedía determinadas cantidades de dinero a los aspirantes a fin de conseguirles la visa de trabajo y, obviamente, el empleo allá donde se vive el llamado sueño americano.

Pero resulta que han sido pesadillas y no sueño americano el que quienes creyeron en esa empresa defraudadora, han tenido después de que los dejaron como novia de rancho: vestidos y alborotados.

Algunos perdieron en promedio hasta 8 ó 10 mil pesos.

Otros, dejaron el empleo que tenían creyendo que irían al país de las oportunidades a ganar carretadas de dólares, como lo creyó don Cacahuate y doña Nuez, que hasta su hijo el Piñón se llevaron un día a la tierra del Tío Sam para amasar una fortuna y ser la envidia de sus parientes.

Lo único que amasaron fue la masa para las tortillas, porque nanay de los billetes que parecen cuero de rana.

Es más, cuentan que cuando cruzaron la línea, obviamente de mojados, doña Nuez le dijo a don Cacahuate que levantara una moneda de un cuarto de dólar que estaba allí tirada y este le dijo que no tenía caso que de allá pa´ acá porque los iban a traer por montones, rastrillándolos. Los pobres se murieron de hambre.

Lo que más molesta del tema de Chambamex, es que la empresa fue autorizada a trabajar de manera normal por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del gobierno federal en octubre del 2012, es decir en el ocaso de la administración de Felipe Calderón.

Desde luego, este tipo de fraudes no es el primero que se comete ni será el último.

Es como aquel que alguna vez en este mismo espacio le narré, ocurría cada tanto tiempo allá en mi pueblito de madera:

Iban unos vendedores de pollitos de colores, que eran la sensación, pues los únicos pollos que se conocían eran los blancos, giros, negros y colorados, pero no verdes, violetas, azules, anaranjados, etcétera.

La venta se realizaba entre marzo y abril y para mayo, cuando llegaban las lluvias, los pollitos se despintaban y quedaban blancos, que era su color original. Entones la gente se enojaba y hacía rabietas contra los vendedores pero ya se habían ido del pueblo y regresaban a los 4 ó 5 años y otra vez, ya olvidado el asunto, uno volvía a comprar ¡pollos de colores!...

La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx

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