Los Estados Unidos de Norteamérica basó mucho de su poderío en la red ferroviaria que cruza toda esa gran nación, vecina nuestra.
Pero eso ocurrió en el Siglo XIX.
Don Porfirio Díaz quiso emular al gobierno norteamericano, pero era más que imposible dado que nuestro país no contaba con los mismos recursos monetarios que allá, aunque la red ferroviaria que impulsó el nativo de Oaxaca, generó enormes beneficios.
Pero con el paso de los años, en lugar de consolidarse, la industria ferroviaria en México, fue perdiendo gas a grado tal que desapareció hace ya dos décadas.
Incluso, la empresa que maneja las principales rutas que todavía operan en el país, es extranjera, gringa, pues.
¿De plano, Ferrocarriles Nacionales de México, no cumplía ninguna función estratégica?
Lo único que queda de FNM es un sindicato que todavía lidera ese impoluto y recto líder que es Víctor Flores, aunque nunca ha querido explicar a sus representados a dónde fueron a parar los algo así como 35 mil millones de pesos del fondo para pensiones y jubilaciones.
!Ah!, pero el señor es intocable.
Ni siquiera Vicente Fox o Felipe Calderón como presidentes de México se atrevieron a ajustarle cuentas.
Es que él es un claro ejemplo de la impunidad y aquí ésta es como ley sagrada.
No recuerdo en este momento qué candidato habló de llevar a cabo un proyecto e un tren transpeninsular para unir a Baja California con Baja California Sur y más de uno se burló de esa propuesta.
Sin embargo, el presidente Enrique Peña retomó el tema durante su campaña y tiene planeado que en su sexenio se lleven a cabo varios proyectos ferroviarios que vendrían a fortalecer la economía mexicana.
La triste realidad es que dejamos pasar muchos años y la industria de los ferrocarriles quedó allí en el olvido.
Además, el importamadrismo que nos identifica como habitantes de este país, evitó que muchos proyectos ferroviarios pudieran concretarse.
Leo por ejemplo, que en Guanajuato hay un proyecto para unir por tren a las cinco ciudades del corredor León-Celaya y que lleva 20 años es los escritorios y de allí no ha pasado.
Ahora que el presidente Peña Nieto ha dado muestras de que quiere reactivar la actividad ferrocarrilera en el país, las autoridades guanajuatenses consideran que tal vez ese proyecto se pueda hacer realidad.
Habrá quienes digan que no tiene caso ya revivir a un muerto como la industria ferrocarrilera, pero piense en todos los empleos que esta actividad puede generar y además los beneficios en materia de comunicación que generaría, siempre y cuando no sea una empresa gubernamental.
¿O usted qué piensa?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…
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