Aquel slogan de Lo hecho en México está bien hecho, tenía como objetivo principal, enviarle un mensaje al mundo de que todo lo que aquí se fabrica, cumple con todos los estándares de calidad.
Había la impresión y, en realidad, así era, de que los productos que México exportaba, no reunían la calidad y durabilidad que el mercado internacional exigía.
Como que aquello del hay se va, era la divisa que nos identificaba en el universo entero.
Por eso creo que de alguna manera, ese slogan de lo hecho, logró borrar esa mala imagen.
Pero urge que ese slogan se aplique también a los programas de gobierno, porque creo que en ese terreno, somos candil de la calle y oscuridad de la casa.
Una cantidad enorme de programas se han quedado a medias y a ello contribuye el hecho de que aquí en México se planea sexenalmente y por ello en parte, el hecho de que cuando se trata de aplicar programas de gobierno, lo hacemos mal.
Y peor todavía si el gobierno sucesor es de otro signo político.
En estos días acaba de estallar el escándalo del programa de compra de computadoras portátiles para 240 mil alumnos de 5to y 6to de primaria, porque ahora resulta que la empresa ganadora del concurso que lanzó la Secretaría de Educación Pública al respecto, no cumplió con el requisito de depositar la fianza del 10 por ciento del costo del contrato que alcanza ¡los 800 millones de pesos!
¿Cómo entonces entender que una empresa que concursa por un contrato de 65 millones de dólares, no tenga ni siquiera para cubrir la fianza del 10 por ciento, que serían algo así como 80 millones de pesos?
Y eso no es todo: según documentó una cadena de TV nacional, al buscar los domicilios fiscales de las empresas que se asociaron con la ganadora, no los encontraron, igual que ha sucedido con otros casos similares en los que el gobierno federal realiza licitaciones públicas.
O sea lo mismo de siempre, aunque don Emilio insista en que no hubo ninguna irregularidad por parte de la SEP.
Elaborar una lista de todos los casos similares, sería largo y tedioso.
Pero tampoco era el tema de la SEP y su licitación de las laptops, o computadoras portátiles, sino de los programas como el de los exámenes de control de confianza que aplican las autoridades federales de Seguridad Pública a los agentes de las diversas corporaciones de todo el país.
Según los expertos del ramo, la manera en que se vienen aplicando esos exámenes no es la adecuada y muchos hombres y mujeres que sí tienen vocación de policías, están quedando fuera.
¡Lástima!
Se requiere revisar los métodos y procedimientos y eliminar lo que no está funcionando, !pero ya!
Porque es loable que se pretenda que todas y todos los elementos de las diferentes corporaciones policíacas, sean personas confiables y que estén debidamente acreditados como tales, pero también, es necesario que las cosas se hagan bien.
¿O no?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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