Estoy
de acuerdo en que se discuta, sin temores, el tema de la legalización de la
mariguana.
Y
que lo que más le convenga al país y a la sociedad en general, se aplique.
Pero
al mismo tiempo, propongo que se fomente el gusto por la música.
Sí,
que se intensifiquen los programas para enseñar a ejecutar música a niños y
jóvenes e incluso hasta adultos y de los que ya están en la llamada tercera
edad también conocidos como adultos mayores.
De
esa manera se alejaría a los futuros ciudadanos y ciudadanas de esta nación, de
la tentación de las drogas.
Y
es que si la música tiene la virtud de domar a las fieras, sin duda alguna que
sería un elemento valioso para la formación de las presentes y futuras
generaciones.
Mil
veces preferible que un niño o joven aprenda a ejecutar un instrumento musical,
el que más le guste, que a ejecutar a alguien con un cuerno de chivo o alguna
otra arma mortal.
Como
el llamado Niño Sicario de Morelos.
El
talento está allí, es cuestión de detonarlo.
En
lugar de detonar las armas.
Sin
duda alguna que es mejor escuchar a un grupo de músicos talentosos, niños o
jóvenes en un auditorio ad hoc, que escuchar la canción que más le gustaba a un
ejecutado a balazos, en su velorio o en el panteón donde lo sepulten.
En
ese caso, ya no hay nada que hacer.
En
lo de fomentar la enseñanza musical, sí.
Dice
el director del Sistema Nacional de Fomento Musical de Conaculta, Eduardo
García Barrios que la dependencia a su cargo, está fomentando el aprendizaje de
la música entre los niños y los jóvenes del país.
Que
se están formando ensambles de percusiones o de violines huastecos, un coro
sinfónico o una gran orquesta sinfónica.
No
sé de cuantos fondos económicos disponga el SNFM del Conaculta, pero le haría
la sugerencia a senadores y diputados federales para que impulsen una partida
especial que permita masificar las acciones de esta dependencia en los 31
estados en el Distrito Federal.
Dice
Eduardo que tuvo el privilegio de vivir en Rusia 9 años.
Ello,
sin duda alguna, le debe haber dado la sensibilidad y el buen gusto de los
rusos por la cultura en general, pero más por la música y el baile clásico.
Además,
es mitad cubano y mitad mexicano, según dice él y hay que reconocer que también
en Cuba, se fomenta la música y las artes en general.
Si
se le dota de un mayor presupuesto a la dependencia que tiene bajo su
responsabilidad en el Conaculta, se lograrán objetivos más ambiciosos que los
pocos más de 6 mil 600 niños y jóvenes que se busca impactar el próximo año en
territorio mexicano.
Bienvenido
el debate en torno a la mariguana.
Pero
también, bienvenidos más recursos para impulsar programas y acciones que alejen
a la niñez y la juventud mexicanas, de las tentaciones de las drogas y las
violencia.
¿No
la parece?
La lectura es vida, lo demás…es
lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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