Siendo
una actividad que, desde que surgió en el vecino país del norte, ha estado
ligada a la maffia, no se puede esperar que la autorización y funcionamiento de
los llamados casinos en México, esté totalmente apegada, ya no tanto a la
legalidad, sino a la normatividad.
Me
incluyo entre los mexicanos que hemos ido a Estados Unidos de América a visitar
Las Vegas, el lugar más emblemático de los juegos de azahar en el mundo y que
opera en lo que antes fue un páramo, es decir, un lugar prácticamente sin vida.
Pero
no soy un ludópata.
Es
más, no conozco por dentro ninguno de los casinos que ya están operando acá en
La Paz y que cada vez son más.
Me
hubiera gustado que en lugar de casinos, llegaran más hospitales, escuelas o
centros culturales o deportivos, no sólo a esta ciudad sino a toda la república
mexicana.
Pero
no es así.
Según
la Secretaría de Gobernación, a finales de este año deberán estar operando en
todo el país unos 775 casinos.
Marcela
González Salas, directora de Juegos y Sorteos de la Segob, informa al respecto
que, con relación al sexenio anterior, se ha incrementado en un 17% el
funcionamiento de casinos en México.
Hace
unos días la visitaron los integrantes de la Comisión del Congreso de la Unión
que investigan el tema de los casinos y Marcela les aseguró que no encontró una
red de corrupción al interior de la dependencia a su cargo, aunque sí,
desarticulación de datos y falta de personal para supervisar los casinos.
Tengo
el honor de conocer personalmente a Marcela y confío en que dice la verdad, al
respecto.
Ella
es esposa de mi amigo ex delegado del CEN del PRI en BCS, Mario Hernández y
hace algunos años, luego de que ella perdiera las elecciones para presidenta
municipal de Ecatepec en el estado de México, vinieron de visita a La Paz y acá
la conocí personalmente.
Incluso,
le pedí una disculpa porque cuando miré en la TV nacional el spot aquel en el
que ofrecía su sueldo para comprar patrullas si ella ganaba la alcaldía, dije:
“Esa mujer debe estar loca y además es pura demagogia eso de comprar patrullas
con su sueldo”.
En
broma me dijo que estaba perdonado y dijo que de haber ganado, sí habría
cumplido esa promesa.
Después
fue diputada federal e incluso le correspondió ser presidenta de uno de los
periodos de la Cámara de Diputados.
Ahora
desempeña el nuevo cargo dentro de la Segob.
Como
ya no se puede detener la creación de más casinos, pues se estima que todavía
no opera la mitad de los autorizados, le pediría a Marcela que, al menos, se
aplique mano dura, se acabe con irregularidades y se evite que esa actividad se
vea involucrada en el crimen organizado.
Y
que incluso, se cobrara un impuesto especial, de un porcentaje mínimo, para
crear un fondo para atender problemas de la Ludopatía, porque con tanto casino,
con el tiempo se convertirá en una de las enfermedades más recurrentes.
¿No
cree usted?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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