Otra
vez, es un día de sentimientos encontrados:
Por
un lado, como mexicano me enorgullece que aquí en nuestro país, reside el que
ha sido el hombre más rico del mundo: Carlos Slim.
Pero
al mismo tiempo me entristece que nuestro país tenga más de 50 millones de
pobres.
No
tengo nada en contra del señor Slim, aparte de reclamarle que permita que
quienes manejan sus empresas, como Telmex, nos roben a sus abonados, de manera
descarada con tarifas inventadas que le añaden cientos o miles de millones de
pesos a su fortuna y que permiten que se dispute el primer lugar de los
millonarios del mundo con Bill Gates o Warren Buffet.
Tampoco
me da coraje o envidia saber que, como lo hace Rico Mc Pato, el señor Slim se bañe todos los días en una alberca
rebosante de monedas de oro, producto de sus negocios.
Es
muy su gusto.
Lo
que si me da coraje es que se aproveche de la debilidad de nuestras leyes o
mejor dicho de la rapacería de muchos de los que las aplican, para engrosar su
fortuna.
Y
también me da coraje saber que desde hace mas de 3 décadas estoy escuchando que
ahora si se van a acabar los pobres en este país, y en lugar de ello, cada vez
aumenta la cifra.
El
otro día mire en la Tele a la Chayo
Robles, nuestra flamante súper secretaria de Desarrollo Social, diciendo que
eran chin…naderas que en México existan millones de personas con hambre.
Y
eso sin contar a los que tienen hambre, pero de justicia.
La
ex jefa de gobierno del DF, tiene la encomienda presidencial de acabar con esos
pobres hambrientos, pero se me hace que le va a sudar el copete, o mejor dicho
el chongo.
No
se si usted lo sepa, pero para aplicar el programa contra el hambre este año,
no hay recursos porque estos deben programarse cuando nuestros representantes
populares de la cámara baja del Congreso de la Unión revisan, modifican y
aprueban el Presupuesto de Egresos del gobierno federal y el aprobado a finales
del 2012 no contemplaba todavía recursos para este programa que en su inicio
contó con la presencia del ex presidente de Brasil Ignacio Lula Da Silva y en otro acto similar encabezado por el presidente
Enrique Peña Nieto, contó con la presencia del presidente de Guatemala, Otto
Pérez Molina.
Ya
que el señor Slim tiene tanto dinero y que nuestro país tiene tanto pobre,
sería bueno que destinara unos cientos o miles de millones a crear mas fuentes
de trabajo.
Que
replicara aquí en México un programa un tanto similar al que impulsó Mohammed
Junus en su país natal, la India para prestarle a los pobres con su aval de por
medio.
Desde
luego don Carlos no tiene por qué arriesgar su dinero en tratar de salvar a
México de la pobreza.
Pero si el país le ha dado tanto a grado de tal de haber ocupado el primer
lugar del podio de los hombres más ricos del mundo, al menos le debería
devolver el favor.
¿No
cree usted?
La
lectura es vida…de lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario