Y
luego no quieren que uno se indi…gne.
La
Comisión Nacional Para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que depende del
gobierno federal, desembolsó 165 millones de pesos en un contrato con una
empresa que le proporcionará el servicio de 300 unidades nuevecitas, de
paquete.
Se
entiende que para atender a los indígenas en este país se requieren unidades en
las que se puedan trasladar los servidores públicos y demás empleados de la CDI.
Pero
si lo que se quiere es ayudar a nuestros indios, que están bien amolados, pues
debería instrumentarse una estrategia que permita el máximo de los ahorros con
el apoyo de otras instituciones que podrían evitar la aplicación de esas
enormes cantidades de dinero.
Pero
resulta que la comisionada, Nuvia Mayorga, solicitó a la Secretaría de
Hacienda, la autorización de 7 millones y medio de pesos para remodelar las oficinas
de la CDI, allá en la capital de la república.
Una
oficina para ayudar a los más pobres de los pobres de esta nación, con los
lujos más lujosos, perdonando la expresión, aunque ella después dijo que no
estará tan lujosa.
Pero
tan solo en tres sillas, según la información relacionada con el asunto, se
gastaron 104 mil 182 pesos.
Dichas
sillitas son de lo más moderno que hay en el mercado, para oficinas. Son sillas
giratorias con inclinación sincronizada hacia delante y regulación de
profundidad de asiento y reposabrazos y reposacabeza, también regulables.
¡Echate
ese trompo al´ uña!
Tratándose
de la institución que se trata, bien podría haber adquirido unos muebles de
Concordia (Sinaloa) o unos equipales de Tonalá, Jalisco.
¿No
le parece?
En
México hay una gran cantidad de comunidades indígenas donde reina la pobreza y
necesitan del apoyo gubernamental, con harta frecuencia.
Yo
digo, recordando al filósofo chino, que no debe dárseles de comer una vez, sino
enseñarlos a producir la comida, para que de esa manera coman no una o dos
veces, sino toda la vida.
Claro,
la titular de la CDI defiende el gasto y lo justifica, asegurando que no hay
nada de lujo en la remodelación de sus oficinas, ¡perooooooo!
No
tengo idea de qué se podría hacer con lo más de 180 millones que la Comisión Nacional
Indígena utilizó para adquirir esos vehículos y remodelar sus oficinas
centrales, pero creo que se podrían hacer muchas cosas para beneficio más
directo de nuestros indígenas..
Como
talleres comunitarios para artesanías o el auto consumo de las propias
comunidades.
Que
yo sepa, los millones citados no los arrancó de un árbol la señora Nubia
Mayorga, ni se los encontró en un cofre del pirata.
Ella
dice que no fueron 180 sino 150 milloncitos.
De
todas maneras es, dinero del erario, producto de nuestros impuestos y duele
saber que se empleen de esa manera.
¿O
no?
La
lectura es vida…lo demás es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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