Dice
el dicho que el que con lumbre se quema,
hasta el jocoque le sopla.
Y
por ello se justificaría, tal vez, que nuestras autoridades extremen
precauciones cuando de extranjeros que ingresas al país, se trata.
Que lo sucedido en el vecino país del norte en el 2001y que fue una experiencia
trágica, no se vuelva una paranoia.
Hay
que tomar precauciones, desde luego, pero que en materia de la actuación de las
autoridades de Migración, estemos como en la época de las cavernas, eso si que
es una verdadera pena.
¿Cómo
podemos aspirar a ser un país moderno, si no tenemos voluntad y menos quienes más
tienen responsabilidad en ello?
El
tema viene a colación, porque resulta que leo una información en un diario que
se edita en la capital del país, que, al día de la edición, el viernes 12 de
julio próximo pasado, una familia siria llevaba 22 días encerrada en los
separos de una estación migratoria, llamada Las
Agujas allá en la capital del país.
Y
todo porque, créalo de verdad, ¡no hay traductor! en el Instituto Nacional de
Migración para atender su caso.
Ha
sido gracias a que una de las integrantes de esa familia árabe conoce un poco
de inglés, que se han podido comunicar y cuentan con un abogado que se interesó
en su caso para ayudarlos.
Me
parece un absurdo que por falta de traductor se tenga a esa familia en una
condición de criminales.
No
creo que lo sean, aunque dice el dicho que caras
vemos, corazones no sabemos.
Lo
que me sorprende es que habiendo en la Internet tantos traductores, aunque no
al 100 por ciento de precisos, que sí pueden sacar de un apuro.
Utilizando
uno de ellos, se podría tener una mejor comunicación entre esa familia siria y
las autoridades del INM.
Pero
el importamadrismo, se impone.
Y
luego nos quejamos por el trato que les dan a nuestros paisanos cuando son
detenidos en busca del llamado American
Way a Life, en el vecino país del norte.
Hace
unos días, el señor presiente Enrique Peña Nieto habló de la modernización del
Instituto Nacional de Migración.
Urge,
pues no podemos ser candil de la calle y
oscuridad de la casa en esa materia.
Hay
un canal internacional de televisión que transmite documentales relacionados
con personas que son detenidas en otros países a los que viajaron en calidad de
turistas, y en algunos casos, son verdaderos dramas los vividos con las
autoridades migratorias.
Vejaciones,
agresiones verbales, incluso físicas, en algunos casos, discriminación,
racismo, etcétera, están a la orden del día.
Los
protagonistas viven un viacrucis terrible.
Eso
no debe suceder en México, país que se ha distinguido por ser cálido en la
recepción de refugiados como los de España en su momento, los de Argentina, de
Chile o de algunos países centroamericanos.
Así
las cosas, en materia de Migración, hay
que ser cochis, pero no tan trompudos.
¿No
cree usted?
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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