Dice
una sabia conseja, palabras más palabras menos, que trates a tus enemigos con
prudencia por si alguna vez se convierten en tus amigos y a estos con cautela,
por si se convierten en tus enemigos.
El
jueves de la semana pasada, nuestro director, José Escobar García, me presentó
a su amigo Juan Gaspar Rangel, hermano del ex gobernador de Zacatecas, general
Eliseo Gaspar Rangel, quien andaba de visita en esta capital.
Recordaron
aquellos tiempos en que ambos estuvieron en el CEN del PRI: Escobar García como
una especie de secretario de don Mario Vargas Saldaña, un político veracruzano
que llegó a ocupar varios cargos administrativos, políticos y de elección
popular, locales y federales por su natal Veracruz. Gaspar Rangel, con Genaro
Borrego Estrada, ex gobernador de Zacatecas, ex director del IMSS y ex
presidente del CEN del PRI.
En
esos tiempos allí tenían de vecino en una de las oficinas del CEN tricolor a un
joven político tabasqueño que empezaba a despuntar en el oficio: Arturo Núñez
Jiménez, actual gobernador del estado de Tabasco, por el PRD.
El
destino llevaría a nuestro director, junto con Núñez Jiménez, a lo que hoy es
el Instituto Federal Electoral, al lado del actual secretario federal de
Educación, Emilio Chauyfett Chemor.
Por
cierto, Pepe me comentó una anécdota del titular de la SEP federal, quien contaba
que cuando fue alcalde de Toluca, estado de México, la gente le preguntaba que
si el motivo de que las principales calles de la capital mexiquense estaban tan
limpias era porque como descendía de familia libanesa, de tierras árabes,
cuidaba muy bien ¡los camellones!, de las calzadas toluqueñas.
Dicen
que la primera impresión es la que cuenta y me pareció percibir en Juan Gaspar
Rangel a una persona que no se aprovechó del importante cargo de su hermano el
ex gobernador zacatecano, para enriquecerse.
Es
más, el motivo de su visita a BCS es porque uno de sus hijos es médico Oncopediatra,
es decir oncólogo para niños y niñas y a quien le interesó venir a trabajar a
estas tierras.
Ojo,
señora presidenta del DIF estatal, María Helena Hernández de Covarrubias: aquí
tiene usted a otro Oncopediatra como el doctor Altamirano que es el único en la
entidad y quien aceptó venir a trabajar por el bien de los niños y niñas que,
por desgracia, enfrentan el cáncer.
Pero
bueno, a lo que iba es a la frase que aparece al inicio de esta columna.
Resulta
que el pasado 23 de julio, el polémico e inteligente Porfirio Muñoz-Ledo y Lasso
de la Vega cumplió 80 años y, según una nota de un diario de circulación
nacional, su amiga la maestra Ifigenia Navarrete, con quien junto con Cuauhtémoc
Cárdenas y otros, fundaron el PRD, le organizó un convivio en su casa allá en
la capital del país.
Y
a ese festejo asistió el gobernador tabasqueño Arturo Núñez Jiménez, que como
ya lo subrayé llegó a ese puesto postulado por el PRD, después de militar
muchos años en el PRI.
Al
hacer uso de la palabra, Jiménez Núñez dijo que durante los 10 años que
estuvieron luchando en trincheras opuestas (en ese tiempo él estaba en la del
PRI), Porfirio había sido un “adversario admirable”.
“¿Usted
le perdonó por haberlo llamado el pingüino
Núñez”?, se le preguntó.
“A
mi se me olvidan las cosas de las que no quiero acordarme”, reviró entre risas,
el mandatario.
Antes,
adversarios, casi enemigos, ahora amigos y en el mismo partido. ¡Me´ puchi!
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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