¿Quién podrá guardarse de los
guardianes?
Esta
que es considerada el insoluble problema
básico de todas las censuras, se confirma una vez más al leer que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, rechaza que se someta a control a los
juzgadores y demás personal del llamado Poder Judicial.
Resulta
que hay una iniciativa de ley en el Congreso federal, en la que se pretende
aplicar una reforma para someter a controles de confianza a jueces, magistrados
y demás personal.
Y
al respecto, el ministro presidente, de la SCJN, Juan Silva Meza, ya dijo que nanay, que eso no va con ellos y que los
promoventes de dicha reforma, se vayan a
freir espárragos, como si estuvieran tan baratos, ¿no?
La
propuesta de sometimiento a esos controles de confianza, suena como una ofensa
para los castos oídos de nuestros juzgadores.
Para
suavizar su rechazo, el ministro Silva Meza dijo el pasado jueves uno de agosto
del presente año que ni el Presidente de la República, ni los senadores y
diputados son sometidos a controles de confianza, como sucede con los que
ingresan a las diversas corporaciones de seguridad pública en el país y como se
pretende que lo hagan los juzgadores de la Judicatura Federal.
En
eso tiene algo de razón, el señor presidente de la SCJN pero se le olvida que
se debe predicar con el ejemplo y si los señores que aplican la justicia en México
no tienen nada que temer, pues que se les someta a esos controles de confianza.
Igual
que al Presidente en turno y los legisladores y legisladoras federales, porque
también hay muchos que se mueven en los linderos de la transgresión a las
normas judiciales y para muestra basta un botón, con el medio hermano del ex
gobernador de Michoacán, Leonel Godoy Rangel.
Porque
no me va a usted a decir que todos y todas en los Poderes Legislativo y
Judicial son unas blancas palomitas. Que no hay jueces corruptos y que no hay
representantes populares, que sean unos verdaderos pillos, porque existen, como
son los casos de uno que otro líder sindical.
Si
se revisan los periódicos y los noticieros y noticiarios delos medios electrónicos,
hay infinidad de denuncias y de casos en los que se han visto involucrados los
aplicadores de la justicia, relacionados con prácticas corruptas.
Allí
esta, como ejemplo, el controvertido documental Presunto culpable, que tanta polvareda levantó al desnudar la
manera en que operan los juzgados del Distrito Federal.
Luego,
habría que recordar lo que pasó con don Genaro Góngora Pimentel, ex presidente
de la SCJN que se vio hace unos días, involucrado en un escándalo familiar que
le dio sustancia a aquello de que caras
vemos corazones no sabemos.
Dice
don Juan Silva Meza que los tribunales de la Judicatura Federal, a través del
trabajo que deben desempeñar de acuerdo a la Constitución y las leyes por medio
de decisiones jurisdiccionales, objetivas e imparciales, se concretiza la decisión
tomada por nuestra nación para resolver las diferencias que puedan suscitarse
entre nosotros por la vía civilizada del derecho.
Si,
pero suele suceder que algunos jueces venales y otros empleados del Poder
Judicial, tanto en el ámbito federal como estatal, le colocan esa venda con la
que es representada la Justicia, en ambos ojos para que no vea las marranadas
que cometen y como se olvidan de la justicia pronta y expedita.
Por
ello, tenía razón Juvenal, ese gran
pensador universal, al cuestionar Quién
podrá guardarse de los guardianes y también ese otro sabio, Séneca, a quien
se le atribuye aquello de que no hay nada
más parecido a la injusticia, que la justicia tardía…
La
lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx
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