jueves, 3 de octubre de 2013

Temas y...¿payasadas?

“ ‘¿Alguna vez ha pensado qué sería de México si lo gobernaran cómicos?´.

Estaríamos mejor; por lo menos más divertidos que con estos gobernantes que tenemos y que se andan inventando remates para sus chistes. Estaríamos jodidos pero más divertidos.
¿Y si México fuera una carpa?
A veces, México es una carpa. En las cámaras hay muchos días en que carpean. Y hay un elemento (que se apellida Noroña) que es patiño, rematador y ballet de su propio espacio´.
Lo anterior es parte de una entrevista a Rafael Inclán y a Humberto Elizondo que publica El Universal con motivo de la puesta en escena de Entrevista con el filósofo Portugal, una especie de conferencia en tono de sátira impartida por un erudito brasileño que revisa las costumbres de los políticos mexicanos.
Inclán, ese actor cómico que vimos lanzado al estrellato en aquellas famosas películas sobre ficheras con la Sasha Montenegro, la Carmen Salinas, etc., es el que habla de que si México fuera gobernado por cómicos, estaríamos mejor o al menos más divertidos.
De hecho hay muchos estados de la república mexicana donde los políticos que los gobiernan, parecen unos verdaderos payasos, con el debido respeto para quienes se dedican a este oficio.
Es cierto que en la antigua Roma la consigna de sus gobernantes era ofrecerle al pueblo, pan y circo, pero aquí por lo regular siempre se les pasa la mano y nos dan más circo que pan, aunque durante 12 años nos hartamos de este.
Y que conste que no me refiero al partido político, sino a los bolillos, las conchas y las chilindrinas…
Pero volviendo a lo de que si este país fuera gobernado por cómicos, estaríamos mejor, tal vez sea cierto.
Lo que si no podemos permitir es que nuestros gobernantes vean su responsabilidad como una mera vacilada.
Y que nuestros legisladores federales o locales confundan el Congreso con una carpa de circo.
Necesitamos que se pongan a trabajar sin desmayo en sus tareas que son tan importantes para el desarrollo y el progreso de México.
Para lo de la risa, tenemos las obras de teatro o espectáculos como el de Inclán y Elizondo. ¿No cree usted?”. 

Esta columna se publicó el 4 de agosto del 2010.
Y a poco más de tres años y días, he decido rescatarla porque leo las declaraciones de David Larible, reconcido como el mejor payaso del mundo luego de haber ganado el Clown de Oro, que es el equivalente al Oscar en ese ámbito del entretenimiento y creo que se relaciona con el tema.
“El payaso es una abstracción cada noche que se asoma al abismo. No es actor que repita, sino alguien representándose a sí mismo”, dijo en entrevista con un diario de cirulacion nacional.
¿Y lo ridículo?, le pregunta el entrevistador.
“El ridículo no es lo que hacemos en la pista. El ridículo es lo que hacen los políticos en los parlamentos de todo el mundo que se burlan de nosotros. A veces me dicen ¿Oye  a estos políticos no les caería bien una nariz roja? Y yo les digo que no porque la nariz roja sólo se la pueden poner las personas decentes…”
¡Pa´ su mecha!
La lectura es vida, lo demás... es lo de menos... hzr@prodigy.net.mx





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