jueves, 7 de noviembre de 2013

Temas y...!recórcholis¡

Me da la impresión de que nuestra autoridades encargadas de nuestra seguridad, se van más por aquello de caras vemos corazones no sabemos que por la aplicación estricta de las prácticas de investigación, de la lógica y de la psicología.
Ese nuevo incidente que se presentó allá en el aeropuerto internacional de la ciudad de México y en el que se vio involucrado el joven  Ernesto de la Torre Carbajal, al que se le detuvo por, supuestamente, traer una maleta de Perú con 27 kilos de cocaína, es similar al que vivió aquella joven veracruzana que pretendía ir a ver al Papa Francisco, durante la visita que el santo pontífice realizo a Brasil hace unas semanas.
Como la maleta venía a nombre del joven de la Torre, igual que sucedió con la joven Angel de María Soto Zárate, fue detenido de inmediato bajo la sospecha de traficar cocaína de Sudamérica a México.
Afortunadamente ante la reacción inmediata de sus padres, del abogado que contrataron y del apoyo que recibió vía redes sociales, el joven viajero pudo librarla pues dicha maleta no pertenecía a él y se utilizó su nombre para enviarla desde tierras peruanas al aeropuerto “Benito Juárez” de la capital de la república.
De este tipo de casos han ocurrido al menos unos 250 en distintos aeropuertos de la república mexicana. ¿Cuántos de los detenidos son realmente inocentes?
¿Qué les pasa a las autoridades encargadas de vigilar que no se de el tráfico de drogas en la terminal aérea capitalina y en otras más del país?
Sucesos como esos dos, no sólo ocurren en los aeropuertos, también en los retenes o garitas donde se pasa revisión a quienes viajan por carretera e incluso, por barco.
El pasado viernes 6 de septiembre, fueron liberados en Mazatlán, Sinaloa, los jóvenes de origen tapatío, Sergio Alejandro Torres Duarte y Julio César Moreno Guzmán, luego de haber permanecido en prisión durante casi un año pues fueron detenidos en un retén militar el 12 de noviembre del 2012, cuando viajaban de Guadalajara a Mazatlán a una reunión deportiva que reuniría a jóvenes de distintos puntos del país.
Viajaban a bordo de una camioneta tipo panel que el padre de uno de ellos había adquirido en un remate de Aduanas en Estados Unidos de Norteamérica. Dicha unidad había sido decomisada porque se encontraron en el tablero de la misma, 5 paquetes conteniendo cocaína.
Sin embargo, las autoridades federales del vecino país del norte no revisaron bien el vehículo y un paquete de poco más de un kilo de la citada droga quedó escondido dentro del tablero.
Cuando los elementos del Ejército y la Policía Federal que estaban en el retén ubicado en el kilómetro 167 de la carretera México 15 a la altura de Escuinapa, Sinaloa, revisaron el vehículo, encontraron la cocaína y de inmediato detuvieron a Sergio y a Julio César.
Si bien se identificaron como estudiantes de Guadalajara y dijeron que asistirían a unas actividades deportivas en Mazatlán, las autoridades no les creyeron y consideraron que estaban siendo utilizados como “burros” o “mulas”, para transportar la droga y los enviaron a prisión.
Después de múltiples gestiones y trámites tanto en México como en Estados Unidos de América se logró probar que ese paquete de cocaína era parte de aquel decomiso de 5 paquetes que se hizo allá en aquel país y con ello se dejó en libertad a los acusados.
¿Cuántos casos más habrá en todo el territorio mexicano, similares a estos?
Miles y habrá más si nuestras autoridades de las corporaciones policiacas siguen actuando apegados a aquello de que caras vemos, corazones no sabemos
¿No le parece?
La lectura es vida, lo demás…es lo de menos…hzr@prodigy.net.mx


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