Cada fin o inicio de mes, les han de chillar fuerte
los oídos a los de Petróleos Mexicanos, con los recordatorios del 10 de mayo de
la mayoría de los consumidores de combustibles en toda la república mexicana.
El gasolinazo, que fue instaurado en el régimen
sexenal de Felipe Calderón, ha llevado los precios de las gasolinas, en sus dos
presentaciones además del diesel, a acercarse ya a la barrera de los 15 pesos
por litro.
Demasiada cara.
Y si el gobierno federal no aplicara el subsidio a los
combustibles, los precios de estos ya andarían rondando los, 25 ó 30 pesos el
litro.
Y eso que los mexicanos y las mexicanas somos los
verdaderos dueños del petróleo.
El problema radica en que si bien somos un país
productor del llamado oro negro y que nos ubicamos dentro de los 10 primeros
lugares de los países con mayor producción, nuestro talón de Aquiles, está en
la refinación.
Por si no lo sabe, el año anterior, hubo pérdidas
superiores a los 100 mil millones en el área de Refinación de Petróleos
Mexicanos.
Las refinerías operan a medias y la que se autorizó el
sexenio pasado para construirse con una inversión de más de 10 mil millones de
dólares, está en veremos, porque ese dinero bien podría aplicarse en la
modernización y rehabilitación de las existentes para que se estabilice la
producción de gasolinas y otros combustibles.
Para que se de usted una idea de la gasolina que se
importa para poder satisfacer la demanda del mercado interno, le diré que una
sola empresa petrolera, la inglesas Royal Dutch Shell, le ha vendido a Pemex,
el 11 por ciento de las gasolinas importadas al país en un periodo de casi 20
años, lo que representó una erogación por 110 mil millones de dólares.
Imagínese lo que representa el otro 89 por ciento de
la gasolina importada en esas dos décadas.
La ineficiencia con la que ha operado Petróleos
Mexicanos, prácticamente desde que se constituyó como empresa, es un distintivo
que la ubica entre las empresas petroleras más deficientes y con mayores
perdidas en el mercado internacional.
Aunque por su volumen de producción -hay que recordar que de 3.5 millones de
barriles de petróleo cayó a poco más 2.5 millones- Pemex se ubica como la
cuarta empresa del ramo en el ámbito mundial, la triste realidad es que mucho
del dinero que ha generado en ganancias ha ido a parar a las cuentas personales
de quienes la han dirigido o del propio sindicato que hoy encabeza Carlos
Romero Deschamps.
¿La reforma energética acabará con todos los vicios de
Pemex?
¿Quién tendrá la razón: los que impulsaron la reforma
o los que la rechazan?
La verdad, habría que esperar.
¿Cuánto tiempo?
Creo que van a tardar en conocerse los resultados y si
no se pone freno a las prácticas corruptas que han sido divisa en esa empresa
paraestatal, de nada servirá todo el esfuerzo que se ha hecho en los últimos
meses para sanearla y hacerla más rentable.
Está bien que Carlos Romero Deschamps ya no
participará como representante del Sindicato de Trabajadores Petroleros en el
Consejo de Administración de la paraestatal y está bien, pero ya sabemos cómo
se las gastan estos depredadores de presupuestos.
¿O no?
La lectura es vida, lo demás…es lo de
menos…hzr@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario